NECESITO RESPUESTAS
(Por LadyAxR)
(Por LadyAxR)
No podía creer lo que me estaba pasando, mi primer día y llegaba tarde, en otras ocasiones que había llegado tarde si era por mi culpa pues me quedaba siempre durmiendo hasta tarde haciendo cosas, me encanta la noche y la relajación que ella me proporciona. Pero ahora al ser mi primer día de trabajo me había levantado temprano, pero mi coche no quería llegar. Ese mismo día iría al mecánico, no era posible que el día anterior me lo entregaran y que ya me fallara. Mataría a quien me lo hubiera arreglado, ¿arreglado?, mejor pensado me lo habían dejado igual.
Mi coche no era ultimo modelo, y no por que mi madre no me hubiera ofrecido ayuda para comprar uno nuevo, pero no podía remediarlo me encantaba mi coche, lo compre con unos ahorrillos hacia dos años atrás, un ford scord descapotable blanco, poniéndole y bautizándolo ese mismo día con el nombre “Nata ly”. Era de segunda mano y me estaba dando muchos problemas pero le había tomado cariño, mi madre se reía de mí por esa situación y me aconsejaba uno nuevo ya que ese podría acarrearme problemas y aunque no me gustara, mi madre estaba teniendo razón.
Después de varios intentos y unas palabras cariñosas “Nata ly” arranco y me alegre por ello. Menos mal que nadie había en la carretera pensarían que estaba loca si me vieran hablarle a mi coche de esa manera. Llegue al estacionamiento donde ya todos los coches de ejecutivos y actores estaban aparcados, tuve que estacionarlo al final. Baje y me dirigí al despacho del productor, llegando una hora de retraso.
- Buenos días-. Dije tímidamente, estaba avergonzada de mi retraso. El productor, un hombre alto, algo gordo, me miro algo molesto-. – Siento llegar tarde señor Tapert, se que no tengo disculpas pero mi coche se me paro que…
- No me des mas excusa señorita O´Connor, espero que no se vuelva a repetir para…-. Abrieron la puerta del despacho y entro un hombre con cara amable
- Robert, tranquilo, es su primer día, no la tomes con ella, hola-. Me ofreció su mano la cual acepte-. - Me llamo Sam, bienvenida a la serie, espero te sientas a gusto con nosotros-. Le sonreí, este jefe era mas amable que el anterior pensé
- Hola, gracias, no se volverá a repetir se lo aseguro
Después de conversar un rato con ambos productores, firme mi nuevo contrato de trabajo, y con un asistente me enviaron a conocer el resto de reparto que ya estaba trabajando y rodando en varios lugares. Todos me recibieron con una sonrisa y eso me gusto, eran como una gran familia y esperaba ser aceptada. Me sorprendí al saber que Lucy Lawless seria mi compañera. Ya habíamos trabajado anteriormente, solo un día, en otra serie de TV. Esta actriz me maravillaba, tenia unos preciosos ojos y su altura era descomunal y su belleza imparable, no me extraño nada que ella saliera elegida en el concurso de belleza pues lo era por fuera, sin contar lo de adentro que era graciosa, risueña, bromista y no se daba de súper estrella siendo amable con todo el mundo.
Paso un año y todos estábamos felices de pertenecer a esa serie, al publico le había encantado y a mi me habían hecho nuevo contrato. Entre todos teníamos mucha complicidad, al grado de que algunos de nosotros fuera de cámaras éramos amigos, a veces nos reuníamos y hacíamos fiestas. Entre Lucy y yo comenzó una gran amistad y teníamos mucha química, como decían algunos amigos nuestros, ese era el éxito de la serie. Pero todo cambio para mí el día que ella tomando un café en la cafetería me confió algo de su vida que no me resulto agradable.
- Renee, estaba buscándote, ¿donde te metes?-. Se sentó frente a mi
- Ya vez, recargando baterías con la cafeína-. Le sonreí-. – ¿Quieres uno?
- Si
- ¿Con leche?
- Por favor-. Me decía cogiendo el bote del azúcar-. – Tengo que contarte algo amiga
- Dime, ¿que pasa?
- Pero que se quede aquí, ¿vale?. Robert me ha pedido salir con él
Yo la miraba y quede boquiabierta, sentí en mi corazón una punzada de celos, ¿celos?,¿por que?. No me gusto que me dijera eso, mire mi café mientras ella seguía hablándome de él, de que había salido ya varias veces como amigos y que ella creía que comenzaba a sentir algo por él. Maldito estupido, tenia suerte el condenado de poder tenerla cerca, de salir con ella y….no quería pensar que la hubiera tocado, esa situación me enfermaba. Pero no debía pensar así, ella era mi amiga y si él la hacia feliz debía respetarlo y apoyarla.
- Me alegro por ti amiga-. Le dije mirando mi café
- Vaya..pues por como lo dices, parece que no es así
- No…si, si, en serio me alegro-. Le eché una sonrisa fingida-. – Si él te hace feliz, adelante, yo seré feliz con la persona que te haga feliz
- Gracias amiga no esperaba menos de ti, siempre me has apoyado en las buenas y malas, gracias por todo-. Se bebió su café de un sorbo y dándome su mejor sonrisa se marcho a trabajar-. – Nos vemos al rato-. Me decía dándosela la vuelta
Yo me quede quieta, sin palabras pero con muchos pensamientos, raros, raros por que comenzaba a sentir algo por ella. Lucy siempre me había apoyado en todo y en el trabajo me ayudaba muchísimo. Y de un tiempo a esta parte no me gustaba que ninguno se le acercara, o que le bromearan diciéndole lo hermosa que era. En mis noches pensaba en ella, me sentía avergonzada cuando ella bromeaba conmigo y el sentir el contacto de una mano suya o un abrazo me encendía sobremanera. Debía olvidarme de ella, y de esos sentimientos, debía estar con ella por que era mi amiga.
Ese día paso, y el siguiente y muchos más. Un mes después ella ante mí se mostraba feliz y yo me escapaba cada vez que él se acercaba a nosotras y nos separaba. No quería verla sonreír, no por que no deseara que fuera feliz, pero no con él, quería que estuviera conmigo.
No se si Robert se percataba de mi situación pero comenzó a pedirme cosas extras en el trabajo o a anularme en cuestiones que yo proponía. Pero yo seguía a lo mío, no quería ser un impedimento y nada mas me dedicaba a cumplir mi trabajo y ya.
Llego una compañera nueva de reparto, una mujer maravillosa, estupenda y ya con su carrera consolidada como actriz, su nombre Kathryn, aunque pidió que la llamáramos Katy. Ella debía hacer que su personaje hiciera dudar al mío y alejarme de Xena. Ese día el trabajo fue duro y estaba cansada. Me marche rápido no quería encontrarme con Lucy ni Robert, a pesar de que ella me había pedido hablar de unas cuestiones, no quería verla, me estaba comenzando a lastimar demasiado su presencia.
Salí y arranque, cogiendo la carretera en dirección a mi casa, solo pensaba en llegar y meterme en la bañera a relajarme. Nuevamente “Nata ly” volvió a fallarme, bueno no del todo, ya que una rueda pincho y me Salí del camino después de una maniobra. Baje de mi coche y mire lo ocurrido, no podía creerlo, es que todo me pasaba a mi, llevaba toda esa semana con muchos problemas y ahora esto, comencé a pensar que me habían echado una maldición. El teléfono no tenía batería, esto parecía surrealista. Saque la rueda de repuesto, no sabía como ponerla pero comencé a hacer el intento. La calle estaba desierta y no había ninguna luz solo la que yo tenía en la mano para alumbrar la rueda. Miraba a mi alrededor y me asusto tanta oscuridad, le pedí a mi ángel de la guarda que me ayudara que no podía pasarme tanto junto en tan poco tiempo, parece que me escucho a lo lejos divise una luz. Me acerque al borde de la carretera y agite mis brazos, luego me arrepentí, ¿y si era algún loco?.
El coche no tenia intención de pararse, lo veía venir a gran velocidad, así que mejor me aleje un poco y mire a ver su reacción, paso ante mi con menos velocidad pero no se detuvo, hasta que lo hizo un poco mas lejos. Yo, quede quieta a la expectativa y vi salir a una mujer, la distinguí rápidamente a pesar de la oscuridad, era Lucy.
Camino hacia mi, mientras el conductor bajo, era de suponer que era él, mientras le gritaba.
- Lucy, vuelve aquí, ya es mayorcita, que se arregle sola
- Rob-. Se giro a verlo-. – Déjame en paz, te pedí que pararas y punto, debemos ayudarla
- Si no vuelves inmediatamente, me subiré al coche y te quedaras aquí tirada
- ¿Me estas amenazando?....¿sabes que te digo?, que te vayas a la mierda Rob, lárgate y olvídame
Vi como Rob se montaba en el coche y se alejaba a gran velocidad, ella llego a mi altura.
- Hey Ren, ¿que te ha pasado?-. No me gusto que discutieran pero me gusto la forma en que ella se hizo de valer y que prefiriera ayudarme a irse con él
- Amiga, siento que hayas discutido, pues ya ves aquí estoy que todo me sale mal, se me pincho una rueda y el teléfono no me sirve y no se cambiar la rueda-. Mi cara parecía un poema de tristeza
- Ven aquí-. Se acerco y me tomo por los hombros-. – Vamos a ver como podemos solucionarlo. Nos acercamos a mi coche-. – Bueno esto con las herramientas adecuadas se arregla, ¿las tienes?
- Si amiga si, pero como te digo no se hacerlo, ¿no seria mejor llamar a una grúa?, tu teléfono….
- Se lo ha llevado Rob….-. Miro hacia arriba ya que estaba abajo cogiendo las herramientas-. – ¿Que tal si me hechas una mano y me alumbras?
- Si, claro, ¿sabes cambiar la rueda?
- Si-. Me sonrió, mientras volvía a mirar a la rueda que estaba por cambiar
- Hija, eres una mujer multiusos ¿eh?, sirves para todo, ojala estuvieras conmigo en…
- ¿En donde?
- Nada amiga nada
Después de veinte minutos que a pesar de estar en esa situación nos reímos y bromeemos como antaño, ella acabo de poner la rueda, momento en que un coche se nos acerco. Lo mire, era él, maldito, no quiso ayudarme y… ¿para que volvía?, otra vez rompería la magia que estaba sintiendo junto a ella y esos momentos tan bonitos.
- Lucy-. Decía mientras bajaba y se acercaba a nosotras-. – Cariño..lo siento, pero es que estaba enfadado el trabajo y…
- No Rob, no, ni el trabajo ni nada puede hacer que quieras dejar tirada a una amiga o compañera, como quieras llamarla-. Yo callada escuchaba su conversación, él a veces me miraba y no de buena gana, cosa que no entendía por que yo no había hecho nada
- Renee-. Se dirigió a mi-. – Lo siento, es que quería llegar a casa
- No te preocupes Rob, yo solo…
- Nada…no te atrevas a dirigirle la palabra Rob-. Intervino Lucy muy molesta-. – No tienes vergüenza
- Lucy por favor, vamonos, te llevo a tu casa y hablamos quiero…
- Pues fíjate que no, me ha costado mucho trabajo cambiar la rueda como para ahora irme contigo, así que es mejor que te largues
- Lucy no me voy a ir sin ti, oh…claro…ya se, prefieres quedarte con ella ¿verdad?
- La verdad si, me va a dar mejor satisfacción que tu
- No lo voy a permitir-. La agarro del brazo y comenzó a tirar de ella-. – Te vienes conmigo-. Afirmo alzando la voz, ella retiro su brazo con fuerza, lo cual hizo que me diera un codazo en mi boca ya que estaba detrás, sentí un gran dolor y perdí el equilibrio cayendo al suelo. Ella se acerco a mi.
- Dios mío, Ren, ¿estas bien?, lo siento, lo siento. ¿Ves lo que me has hecho hacer?-. Le grito furiosa-. – Márchate Rob, no quiero verte mas
- Pero si yo….
- Que te largues-. Grito
- ¿Sabéis que?, estáis locas, ambas estáis mal, quedaros aquí o haced lo que os de la gana-. Se marcho. Ella me levanto
- Lo siento Renee, no sabes cuanto lo siento
- No te preocupes-. Le dije mientras ella elevaba mi rostro para mirarme, me dolía bastante, sentí como mi boca se hinchaba-. – Solo fue un golpe sin importancia
- ¿Sin importancia?, no es lo que me parece a mi-. Mi sangre comenzó a salir-. – Ven, vamos te llevo a casa-. – me puso su pañuelo para detener la sangre
Ella conducía y no quería engañarme a mi misma por que si me dolía, la miraba y ella me miraba, tenia su mirada triste y preocupada, se sentía culpable, pero no tenia por que. Pensé que ese instante a pesar de que estaba en esa situación me gustaba, a pesar de que me dolía la tenia conmigo. Si, no había duda, ahora sabia lo que sentía por mi amiga, me había enamorado de ella sin remediarlo. Llegamos a mi casa y entramos en ella.
- Gracias por todo Lucy-. Le decía colgando las llaves en su lugar-. – ¿Quieres que te llame a un taxi o…?
- Vaya, creí que por lo menos me invitarías a tomar algo…además no me voy a marchar hasta que te cure esa herida
- Claro, si, ¿que deseas tomar?, perdona, pensé que querías irte ya no te quiero ocasionar mas problemas
- No me has ocasionado problema Ren. Que tal algo para beber tengo sed. Voy a buscar el botiquín ahora vuelvo-. Ella conocía mi casa, no era la primera vez que la visitaba y sabia donde encontrar cada cosa. Lucy regreso cuando yo depositaba dos bebidas en la mesa del salón
- Bueno, vamos a ver esa hermosa cara, que a pesar de estar sangrando es preciosa-. Me dijo mientras me sonreía y se sentaba frente a mi en otra silla. Me tomo de la barbilla y comenzó a limpiar la sangre con alcohol, su juego de palabras me gustaba antes, ahora me ponían nerviosa
- No creo que este muy bonita, tendré que hacer muchas filigranas para que no se me note para el trabajo
- No me importa lo que creas, yo te considero bonita y no te preocupes creo que para el lunes esto se te habrá pasado y si no es así, tomate unos días libres, seguro Katy te acompañara-. ¿Por que la nombraba?, si, cuando esta compañera llego y por que trabajábamos en muchas escenas juntas pues nos hicimos amigas pero en mi mente no la hacia, ¿ella si?
- ¿Katy?....mmmm…no entiendo amiga, ¿por que me dices eso?
- Bueno he visto que últimamente estáis mucho tiempo juntas-. Me sonreía picarona
- Solo lo necesario, pero si, creo que es una buena persona y amiga y…
- Lo ves…creo que hay algo mas, creo que…
- Por Dios Lucy…¿pero de que demonios hablas?-. Me indigno, que me estaba dando a entender que era…y para que negarlo si lo era, pero no le confirmaría a ella nada. Acabo de curarme la herida y se alejo un poco de mi mientras seguíamos una frente a la otra, la mesa nos separaba.
- Ren…cariño…no lo niegues, creo que tengo la suficiente confianza contigo para que me lo cuentes
- ¿Contarte que?-. Me salio una sonrisa nerviosa
- Creo que….bueno…que eres gay, ¿lo eres?-. Nerviosa me levante de la silla a caminar por el salón, me acerque a la puerta que daba a mi jardín-. – Dime Renee, ¿lo eres?
- Nooooooo-. Le conteste nerviosa, sin mirarla, estaba avergonzada, ¿por que me preguntaba eso? ¿Tanto se me notaba?
- Amiga, no te preocupes…por mi no hay problema si lo eres, yo…
- No lo soy-. Me di la vuelta furiosa-. – ¿Por que crees que lo soy?-. si ella me preguntaba yo también haría lo mismo
- He visto como has mirado a Katy, y veo que tu mirada se ilumina cuando estas cerca de ella-. Vaya respuesta estupida me daba, yo muriéndome por ella y creía que miraba a otras, ¿seria posible que ella no se diera cuenta como la miraba a ella pero que si me fijaba en otras?, cosa que no era así, ya que a ninguna compañera la había mirado como ella me insinuaba
- Estas equivocada Lucy, no he mirado a nadie de ninguna manera
- Pues a mi me parece que si-. ¿Por que me insistía?, me canse
- Y si así fuera ¿que?, que no es el caso, pero si lo hubiera hecho ¿que te importa a ti?-. La desafié quería ver su cara-. – Tu estas con el baboso de tu jefe y yo no te digo nada, ¿alguna vez te he reclamado o te he comentado algo?, no, pues entonces déjame ya con tanta pregunta tonta
- Renee, no te enfades, no creí que pensaras así de Rob pe…
- Lucy por favor, dejemos esta conversación-. Me fui a la cocina, quería calmarme me sentía celosa, furiosa y encima ella preguntando tan directa, la verdad me molestaba. No tardo en aparecer en la cocina, apoyada en la puerta
- Renee, lo siento no quise molestarte con mis preguntas, solo quería que me dijeras la verdad, soy tu amiga y creo que me la merezco después de todo este tiempo
- Lucy-. La mire-. – Estamos hablando estupideces, creo que es mejor que te vayas a tu casa-. Me acerque para salir de la cocina, ella me lo impidió poniendo su cuerpo de obstáculo
- No son estupideces amiga, no para mi, te quiero y quiero saber que le pasa a mi amiga, no quiero que….
- ¿Que Lucy?, ¿que?, ¿estarás contenta si te digo que soy gay?, ¿te sentirás mejor si te lo confirmo?, ¿cual seria la diferencia?. Hazme el favor Lucy-. Le pedí que se apartara con mi brazo-. – Déjame salir, quiero ir….
- No vas a ir a ningún lado
- Pero…. ¿que quieres de mi?
- Que me digas la verdad
- ¿Que verdad?-. Le pregunte cansada de esa situación. Ella me tomo por la cintura y me arrastró hacia ella, besándome. Mi piernas flaquearon, sentir sus labios fue una sorpresa y una satisfacción.
- Lo siento Renee, lo siento-. Se retiro y sin mas se dio la vuelta marchándose de mi casa, yo quede perpleja antes esa situación, no podía moverme, no reaccione hasta pasado cinco minutos.
Me acosté en mi sofá, mirando el techo pensaba en todo eso, que parecía un sueño, que parecía que no había ocurrido, ¿por que me beso?....pero…no sabia que pensar, mi cabeza daba vueltas y vueltas y todo el fin de semana así la pase, no salí de casa, solo pensaba y caminaba y no llegaba a ninguna conclusión. El domingo en la noche Katy me llamo, tuvo problemas con su coche y me pidió por favor que la llevara al trabajo, asentí y quedamos en una cafetería para desayunar e irnos juntas al set de grabación.
Estábamos conversando mientras la camarera nos servia el desayuno que teniendo una hora de tiempo pedimos algo mas que café. Reíamos, me encantaba esta mujer, era dulce y me contaba como era tan feliz con su actual relación, pues la anterior le había hecho mucho daño. A pesar de que me tape el golpe, cosa que Lucy se equivoco pues aun tenia un morado, Katy se dio cuenta y me pregunto por lo ocurrido. Inventándome una excusa, ya íbamos camino al trabajo. Llegamos, sentía nervios, debíamos rodar juntas y no quería hacerlo, ni sabia como Lucy reaccionaria. Después de maquillaje la vimos que ella ya estaba lista para grabar mientras Katy y yo aun debíamos ir a vestuario. Katy acabo antes y yo aun vistiéndome, vi que alguien abrió la puerta.
- Manu, lo siento debes traerme hilo amarillo por que no podré….
- Manu vuelve en unos minutos-. Me decía Lucy mientras la veía con su traje de Xena que me fascinaba verla con el, cerro la puerta con la llave-. – Debemos hablar-. Me asusto el cierre del pestillo y dude
- Lucy….mmmm…yo….escucha….no….que….quiero decir….que…
- No me tendrás miedo ¿verdad amiga?-. Se acerco a mi, yo me tape mis piernas que estaban al descubierto con un manto que vi echado en el sillón
- Para nada-. Le sonreí tímidamente-. – Es que creo que este no es momento para hablar
- ¿Por que no?, pero para ella si tienes todo el tiempo del mundo ¿eh?
- ¿Para quien?
- ¿Te quieres quedar conmigo Renee?, ¿o realmente crees que soy tonta?
- Ni una cosa ni otra Lucy, pero si no te explicas mejor
- Te he visto
- ¿Me has visto?
- Si, con Katy, esta mañana, en la cafetería, mientras ella te tocaba la cara, mientras….
- Ya…Lucy ya…déjalo…no es lo que estas pensando, pero de igual manera no tengo por que darte explicaciones…así que abre la puerta, debemos ir a trabajar
- ¿Quieres salir de aquí? Cogela tu misma-. Metió la llave por su escote
- ¿Pero te has vuelto loca?...Lucy por Dios, ¿pero que te pasa?, ¿por que me haces todo esto?
- No me pasa nada amiga, si quieres salir cogela, nadie te esta impidiendo salir-. Extendió sus brazos ofreciéndome su cuerpo. El picaporte se movió, preguntaron, querían entrar, ella no se movió, seguía con sus brazos extendidos mirándome y yo no entendía por que ella, mi amiga, Lucy, se comportaba de esa forma
- Lucy, deja de hacer tantas bobadas y abre la maldita puerta, van a sospechar, no los escuchas quieren entrar
- No me importa que sospechen, me da igual lo que piensen. Pero no voy a permitir que a ella si la dejes y a mi no
- ¿Dejarla?, ¿pero de que demonios me hablas?, tu estas muy mal de veras amiga muy mal
- Si, por tu culpa, por que tu me has hecho sentir cosas nuevas, ¿por que a ella la dejas y a mi no?, ¿acaso no te gusto?-. Se acerco estando a centímetros de mi
- Pero que yo no dejo a nadie-. Le grite, la puerta se abrió y entraron dos personas que cayeron justo a nuestros pies, por tratar de abrir la puerta a empujones.
Sali rápidamente a pesar de que no estaba vestida y marche a mi camerino, cerré con llave y comencé a vestirme. Nuevamente Sali después de un rato y Sam se interpuso en mi camino, me dijo que debía grabar algunas escenas. Le pedí el día, él supongo me vio agobiada y me lo cedió. Lo necesitaba, estaba cansada de cómo Lucy se estaba comportando, no quería ese tipo de amistad, pero.... ¿por que me hacia eso?, ¿que quería probar?, ¿a lo mejor quería probarse ella misma?, ¿yo le había hecho sentir cosas nuevas?, si eso era así…posiblemente ella…no, no podía arriesgar nuestra amistad y decirle lo que sentía, aunque bien pensado tampoco quería esa amistad tan rara en mi vida.
Camine todo el día, pasee por muchos lugares, acabando donde mas me gustaba en el océano. Camine por la arena con mis pies descalzos y miraba el mar. Sentir el viento en mi cara me tranquilizaba y respirar hondo me daba vida. Llegue hasta las rocas, miraba el horizonte, vi a alguien arriba, vi extender sus brazos y dejarse caer, miraba detenidamente, no salía, debía ayudarle. Nade lo mas rápido que pude y tarde un par de minutos en llegar, bucee y busque y encontré el cuerpo de una mujer inerte bajo el agua. La cogi la eleve y salimos a la superficie, mi cara se descompuso cuando vi que era ella, mi Lucy. Nade rápidamente a la orilla y la puse en la arena, comencé a darle masajes en el pecho después de romper su camisa blanca que llevaba, le di respiración.
- Vamos cariño, vamos-. Seguía dándole respiración-. – No puedes dejarme, ¿por que? ¿Por que lo has hecho?, vamos mi amor, despierta, te quiero, te amo mas que a mi vida, despierta-. Le grite, mi llanto salio y se volvió desconcertado cuando ella me rodeo con sus brazos y me giro poniéndose encima de mi sin dejar de besar mi boca
- Repítelo…sabia que me amabas-. Me decía tan cerca de mí que sentía su mirada clavada en la mía. ¿Había fingido?, no podía creer lo que me había hecho pasar, quise levantarme pero ella me sujeto las manos hacia atrás manteniéndome prisionera con su cuerpo encima
- Lucy…maldita seas tu y tus locuras, voy a matarte yo misma, déjame levantarme
- No…me da igual que me maldigas, me da igual que me creas la persona más mala del mundo, pero no te voy a dejar escapar hasta que no me des las respuestas que quiero-. Trate de soltarme, hacia el intento, pero era evidente que ella era mas fuerte y grande que yo
- Renee si sigues haciendo eso te vas a lastimar mas las muñecas
- Pues suéltame-. Le grite enfurecida
- No, no lo voy a hacer hasta que me contestes lo que deseo-. Deje de intentarlo, tenia razón, me iba a lastimar mas, y ya no aguantaba mas, si lo que quería era mi confesión se la daría
- ¿Que quieres saber?....estoy cansada Lucy, muy cansada de todo esto, de toda esta situación que estas provocando en mi y en mi vida, ¿sabes que?, a toda pregunta te contesto que SI. ¿Te quiero?, si, ¿Te amo?, si, ¿Te deseo?, si, ¿tengo celos?, si, ¿daría mi vida por ti?, si-. No aguante mas y mis lagrimas cayeron de mis ojos, estaba agotada mentalmente-. – Lucy todo es un si, no entiendo por que me tratas así, por que actúas así, ¿por que te gusta lastimarme?
- No quiero lastimarte Renee, es que…lo siento, no se por que me he comportado de esta forma, te deseo, siento cosas que nunca sentí amiga y cuando te veo con katy no puedo aguantarlo. Y siento unos celos enfermizos de pensar que ella te ha tocado y yo no, de que ella ya te poseyó y yo no, de…
- Lucy por el amor de Dios, nadie me ha hecho eso, ni katy ni nadie, no puedo ser poseída por que ya lo he sido por ti, mi alma, corazón y cuerpo te pertenecen desde hace tiempo
- No llores amor-. Me quito unas lagrimas, me amaba, si sentía esos celos es que me amaba y lo corrobore-. – Renee, te amo
- Puedes soltarme ya, por favor-. Le suplique sonriéndole
- No, me gusta esta postura-. La cual cambio sujetándome solo con una de sus manos las dos mías y bajando con la otra por mi cintura, acariciándome, subiendo nuevamente a mi mejilla-. – Eres tan preciosa Renee, tan bonita, tan bella, que aun no me creo que te tenga así-. Su mano volvió a bajar y mi corazón latía rápidamente, mi excitación comenzó y su mirada lujuriosa me incito mas, quería tocarla, quería acariciarla, pero ella no me permitía
- Déjame Lucy, suéltame, quiero….-. Me cerro la boca con un beso pasional, siguiendo a mi cuello, devorándoselo
Todo nuestro amor fue consumado en esa playa, una y otra vez, hasta el anochecer. Marchamos cansadas a mi casa y continuamos entrándonos la una a la otra con todo nuestro amor y pasión prohibida, esa pasión que tanto como a ella y a mi nos devoraba nuestros cuerpos por no realizarla, hasta que todos nuestros deseos se volvieron realidad y explotamos consiguiendo todo el amor mutuo que nos dimos. Mis mañanas a partir de hay fueron diferentes, cariñosas, amables, hermosas y complacidas pues a mi lado estaba el amor de mi vida.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario