NIEVE DEL AMOR
(Por LadyAxR)
Metía la ropa apresuradamente, no por que quisiera huir, si no por que no quería otra vez discutir con Rob, ya estaba cansada y tenia decidido que me iría a mi viaje. Ese viaje que llevaba tanto tiempo pensando y que era probable que ya no volviera al hogar familiar.
Mientras acababa de cerrar la maleta mi mente voló hacia un rostro, un rostro que me imaginaba pues aun no la conocía físicamente. Pero sus palabras si, mi primer encuentro con Ladamadehierro, cuando esa tarde entre al Chat nunca imagine encontrar ese tipo de nik, me gusto, así soy yo por fuera de hierro pero por dentro me muero por el sufrimiento de amar en silencio a una gran amiga que tuve, aunque nunca me atreví a confesárselo a nadie, solo a esa ciberamiga que un día me apoyo y me consoló y a partir de hay tuvimos diario una conversación tras otra, al grado de que innegablemente me enamore de ella. Si, ella había conseguido que mi amor por mi amiga se redujera y comenzara a sentir cosas nuevas.
XL: Hola, ¿ocupada?
Ladamadehierro: No, solo miraba una información
Xl: por que ese nik, ¿así te consideras?
Ladamadehierro: la verdad no, aunque si quisiera ser algunos días así, ¿de donde eres?
Xl: Los Ángeles ¿tu?
Ladamadehierro: también
Y así estuvimos durante un par de horas, conversando, algo que nunca me había pasado, pues no soy mucho de chatear y de estar conociendo gente, pero ella paso de conocida a amiga y de amiga a sentir algo especial, y esta vez no lo iba a desaprovechar, esta vez me había cansado de la mentira en la que vivía y comenzaría una nueva vida. Ya no me importaba si lo que me encontrara en ese viaje me satisfacía o no, pero el cambio lo haría. Escuche un ruido fuera de la casa, me asome a la ventana. Dios, no podía creerlo le había dicho que no viniera y aun así lo ha hecho, y para colmo había traído a los niños con él. Baje rápidamente las escaleras y antes de que entraran en casa los pare en el jardín.
- Hola mami, grito Julius-. Se hecho a mis brazos
- Hola baby
- Aquí tienes a tus hijos, y aun así pretendes tirar toda la familia a la basura, ¿es que no tienes alma?-. Decía Rob con sarcasmo, le mire, luego vi llegar a Daisy con su coche algo que agradecí, se detuvo aparco y se acerco a nosotros
- Hola Madre, ¿ocurre algo?-. Preguntando, ya se imagino, conocía al igual que yo las estupidas reacciones de Rob
- Nada hija, hazme un favor, llévate a los niños dentro
- No-. Corrigió Rob reteniendo a Judah. – Los niños se quedan, que sepan la clase de madre que eres
- Rob, deja de hacer teatro por favor, chicos vayan dentro-. Obedecieron a su madre
- Eso es lo que quieres, romper esta familia ¿verdad?, quieres destruir lo que…
- Cállate Rob, ya deja de decir tonterías, pareces un crío, ya esta claro todo, ya lo hablamos, no voy a echar marcha atrás, esta vez no me vas a chantajear mas con los niños, ni con el rollo familiar, esto se rompió hace mucho tiempo, tu lo sabes, no nos hagamos mas daños por el bien de ellos, Rob piensa en tus hijos, estarán mejor con unos padres separados a tener unos padres que se ignoran o se pelean constantemente-. Quedo en silencio
- Pero…… yo te quiero Lucy
- Rob, no me quieres y tu lo sabes, es la costumbre, el hecho de tener a alguien al lado, el amor se nos acabo hace mucho, acéptalo, sabes que tengo razón, vamos a llevarnos bien por los chicos, no se merecen que paguen por nuestros errores
- Bien, esta bien, tienes razón, perdóname, debía hacer un ultimo intento
- Claro, no te preocupes Rob pronto encontraras a alguien que te cuide y este a tu lado y te corresponda de verdad, con amor, con ese amor que yo no puedo darte, sabes que mi corazón no puede darte ese tipo de amor que tu necesitas
- Si ya se, pero….¿y si me quedo solo toda la vida?
- No será así hombre, tranquilo siempre me tendrás como amiga y tendrás a tus hijos a tu lado
- Bueno….-. se acerco a mí y me abrazo-. – Te deseo que encuentres felicidad Lucy, que encuentres lo que estas buscando en la vida, y si no es así pues ya sabes, aquí estaré yo
- Si
Llamo a lo chicos y me despedí de ellos y los vi alejarse, Daisy me pasó el brazo por los hombros.
- Madre, tranquila que solo te vas quince día de vacaciones que pronto los veras
- Cuídalos en mi ausencia, cuídalos y cuídate tú-. La abrace con ternura
- Claro madre, tranquila, todo estará bien, vamos que te ayudo a cerrar las maletas, ¿al final decidiste ir en coche?
- No, es mejor que me vaya en avión, llegare antes y estaré mas descansada, además he decidido llegar un día antes, quiero instalarme y….bueno….m…
- ¿Que te pasa?, ¿no me digas que estas nerviosa por el encuentro?
- La verdad hija, no estoy nerviosa, estoy muerta de miedo, aun no entiendo por que no vienes conmigo y me hechas una manita
- Madre ya te dije tengo mucho trabajo me es imposible, pero si puedo escaparme lo haré
Entramos en casa, aun no iba en camino y ya estaba como un flan, no sabia quien era, pero a la misma vez la conocía como la palma de mi mano. Por un lado deseaba tenerla cerca para abrazarla y por otro quería correr y no conocerla, ¿le gustaría?, según sus palabras me dijo que sentía algo por mí, algo especial aunque del dicho al hecho hay mucho trecho, a lo mejor en persona ya no era tan agradable como ella pensaba de mí. De todas formas estaba segura que una amiga siempre seria para mi ladamadehierro.
Nunca le había dicho mi nombre real, me puse Ángela, y tampoco le dije mi profesión. No se que pensaría cuando le dijera la verdad, a lo mejor se enfadaba o me perdona, solo Dios sabe que pasara...
- Madre, ya deja de pensar
- Si, perdona, ya es hora, vamos
Mi hija me llevo al aeropuerto, avión que coji en dirección a Green Valley una estación de esquí, hay decidimos mutuamente Eve, ese era su nombre, reunirnos, ya que nos gusta la nieve a las dos y deseábamos disfrutar de ella antes que llegara el calor del verano. Cuando llegue y recogí mis maletas, un taxi me llevo hasta el hotel donde me hospede, me dieron la suite y esa habitación tenia una vista hermosa hacia la montaña nevada y el pueblo se veía chiquito ante mi. Coloque la ropa en mi armario, mi encuentro con Eve seria al día siguiente a las 1:00 PM, tenia tiempo de tranquilizarme y de conocer el lugar. ¿Como la reconocería?, ella iba a llevar una chaqueta del equipo de baloncesto Los Lakers, eso era algo que las dos también coincidíamos, nos encantaba ese deporte.
Me duche ya que el viaje me había dejado algo indispuesta y me puse ropa de abrigo, pantalón vaquero, jersey y una chaqueta, luego mi abrigo blanco, ya estaba lista para ir al pueblo, había decido comer y pasear por el, quería conocerlo. Pedí en recepción un taxi para que me bajara lo mas cerca del pueblo y me dejo en el pleno centro, era mediodía y había mucho movimiento, la gente iba y venia, comenzó mi andadura de ir de tienda en tienda, comprando detalles para mis hijos, me sentía relajada, ese aire frío y puro me estaba sentando de maravilla, camina por las calles estrechas y empedradas, viendo negocios a ambos lados. A lo lejos divise una pequeña placita, donde había una fuente, según leí, de los deseos, no creo mucho en esas cosas pero me acerque a ella, me puse de espaldas y pedí mi deseo.
“Quisiera que la persona que voy a conocer mañana sea el amor de mi vida”
Tire mi moneda, no me volví a verla, dice que da mala suerte y no se cumple los deseos. Mi estomago comenzó a sonar, quería comer, en esa misma plaza había un pequeño restaurante, tenia unas mesas fuera, aunque estaban casi vacías, solo había un matrimonio mayor y un par de amigas hablando muy animadamente mientras degustaban su comida. Yo, quise pasar adentro, imposible estaba lleno de gente, así que me senté en la mesa que estaba de espaldas a las chicas. El camarero se acerco y me pregunto mi orden, se la di y se marcho, una de las muchachas se dio la vuelta y mi cara se sorprendió, no podía creerlo, era Alexandra.
- ¿Alex?
- ¿Si?, OH, ¡Dios mío!, ¿eres tu Lucy?
- Si…..pero… ¿que haces aquí?
- ¿Lucy?-. La otra chica se levanto y mis ojos se quedaron a cuadros, era ella, era mí…mí….era Renee-. – Pero…. ¿como es esto posible?
- Coincidencia jaja-. Me levante y a ambas las abrace-. – ¿Como ustedes por aquí?, ¿puedo?-. Les decía señalando una silla de su mesa
- Claro, eso ni se pregunta-. Alex con una sonrisa
- ¿Y como ustedes por aquí?, ¿cuestión de trabajo?-. Quería saber
- Pues no-. Me decía una Renee risueña, no podía creer que después de este tiempo ella estuviera delante de mi, recordé los momentos vivido junto a ella.- Vinimos en una vacaciones, yo no quise venir sola y Alex me acompaño
¿Alex y Renee?, que locura no podía ser, pero era cierto hay estaban las dos hablándome de sus buenas nuevas. Renee me hablo de sus hijos que estaban ya muy crecidos y de su ex, finalmente se había separado. Alex con futuros proyectos y seguía soltera, ella no quería atarse a nadie, prefería ir de flor en flor. Yo les comente brevemente mi vida nueva, aunque no les dije que estaba hay para conocer a Eve. Ver a Renee me movió todo mi corazón y cuerpo, era increíble, la creía olvidada pero no, aun sentía algo muy profundo por ella y a pesar del tiempo trascurrido y de que conocí a Eve, ella seguía haciéndome estremecer. Era tan bella, mientras comíamos no dejaba de mirarla, nos sonreíamos y parecía como si el tiempo no hubiera pasado por nosotras. ¿Pero en que pensaba?, ¿estaba loca por pensar así?, sentí como si traicionara a Eve y eso no me gusto. Decidí marcharme, no quería volver a caer en ese amor que me costo superar hacia Renee. Yo, había hecho ese viaje para otra cosa no para caer en un error del pasado. Pero ellas insistieron en vernos en la noche, en salir a tomar algo. Les dije donde me hospedaba pero que estaba cansada y que no podría. Después de mi comida con ellas, me despedí y me marche.
Llegue a mi habitación y me tire en la cama, mi mirada se perdió en el techo mientras veía el rostro de Renee, Dios, estaba hermosa, seguía con esa mirada angelical y preciosa, tierna como solo ella sabia y con su dulce sonrisa. Definitivamente no la había olvidado, se había divorciado, estaba sola, y si….a lo mejor…no, debía sacarla de mi mente, debía quitarla de mi corazón, no podía ser posible que al cabo de tanto tiempo aun sintiera todo ese amor por ella, no, no quería, quería superarlo pero no podía. Daba vueltas y vueltas en la cama, quería descansar y no podía. Me levante camine por la habitación. Miraba por la ventana y solo su sonrisa aparecía ante mí. Maldita sea la hora en que me vine un día antes, no debería haberlo hecho. Me puse el bikini y Salí a nadar a la piscina climatizada, me hice unos largos para relajarme, y lo conseguí, cuando llegue a la habitación caí en redondo en la cama. Me despertó el sonido del teléfono.
- Riiiiinnnnggggg
- ¿Diga?
- ¿Señorita Lawless?
- Si, dígame
- Tiene una llamada, ¿la acepta?
- Claro, claro-. En mi mente estaba mi hija.- ¿Diga?, ¿quien es?
- Hola mi guerrera, ¿ya estas lista?
- ¿Renee?
- Claro que soy yo, ¿o es que hay alguien más que te llame así?
- No, no, es que no esperaba tu llamada, como….que…. ¿que hora es?
- Son las 8 de la noche y comienza la salida nocturna, primero a cenar y luego a….
- Espera, espera, es que…tengo…
- Ah no, nada de esperas, amiga, hace un siglo que no nos vemos, vamos, te invito a cenar y a tomar una copa, no será mucho, solo un ratito-. Renee sabia convencerme, cuando ponía esa voz de cría
- Esta bien, esta bien, a ver pero acabo de despertar, me van a tener que esperar para arreglarme
- Perfecto, no hay problema, pero si vienes como en la hora de la comida es mas que suficiente amiga, por que estabas muy bien, tu con cualquier cosa te ves bella
- Si, si, claro sobre todo eso jaja
- Bueno, te esperamos dentro de media hora en el lugar donde nos encontramos hay cenaremos y luego ya escogemos donde ir
- Bien, nos vemos
- Adiós
Colgué el teléfono, ¿pero por que había aceptado?, no debía hacerlo, no estaba bien, me iba a ir peor, seguro no podía controlar, mejor pensado la llamo y le digo que no, que me intoxique o que me puse enferma o…. ¿y a donde la llamo?, no tengo como localizarla. Ya no tenía escapatoria, lo bueno es que estaba Alex para así no quedarme a solas con ella.
Me arregle rápido, un pantalón negro, camisa negra y mi abrigo blanco, no estaría mucho tiempo, llegue al lugar, pedimos la cena, cenábamos recordando los viejos tiempos, mientras reíamos sin parar, fuimos a un Púb. Muy agradable, había pista para hablar, mesitas para sentarnos que fue esa nuestra elección, nos pedimos nuestras bebidas y seguimos conversando. No paso mucho cuando un hombre apuesto de acerco en busca de Alex, cosa que inmediatamente ella no se negó y salio a bailar, y lo que me temía paso, no quería quedarme a solas con ella, no quería.
- Y cuéntame Lucy, ¿entonces todo bien con Rob?
- Pues…así nada mas, la verdad que no del todo, estamos en proceso de separación y….
- Vaya, cuanto lo siento
- Pues yo realmente no, lo siento por mis hijos, pero es mejor así, las cosas ya no funcionaban y decidí cambiar mi vida
- Oh, bueno mientras sea para bien, eso es lo que importa, y… ¿eres feliz amiga?
- Eso espero, a partir de ahora espero serlo-. En ese momento mi mente se lleno de las palabras hermosas de Eve, esas palabras que me hicieron olvidar a Renee y que ahora estaba hay delante de mí y estaba dejándola que de nuevo volviera a hacerme daño. – Debo irme Renee, lo siento, estoy cansada y debo….
- Lucy por Dios, si apenas acabamos de llegar y….
- Renee hazme caso, es mejor así, debo marcharme
- Amiga por el amor de Dios, ¿te hice algo en la otra vida?, ¿que te he hecho para que me trates de esta forma?, yo solo….
- Escucha no me has hecho nada, solo que debo marcharme, es que…que…quiero decir que…
- Bueno no te preocupes, vete, no me debes ninguna explicación, si lo que deseas es irte, vete
Su cara entristeció, su mirada se fue apagando, no me gustaba verla así, no quería ver esa situación, pero tampoco podía ceder, si no todo lo ganado en este tiempo hubiera sido en vano. Me levante y con el corazón destrozado me marche, dejándola sentada, sola y sin mirarme. Llegue al hotel y me tire en la cama a llorar, no podía creer lo que había hecho, había dejado al amor de mi vida sola, la había alejado de mi nuevamente, ¿al amor de mi vida?, estaba tonta al pensar así, Renee nunca me había dicho nada ni yo a ella jamás le había mencionado del amor que le tenia, de ese amor que me consumía cuando la veía sonreír junto a su esposo. Debía dormir, mañana llegaba Eve y debía estar lista para conocerla. Como no lo conseguía me tome un calmante.
Desperté a las 12:30, no podía creerlo pero la pastilla de esa noche me había dormido tanto que a esa hora abrí los ojos. Tenia solo media hora para estar lista, nerviosa me bañe me pinte y me arregle. Si una mujer quería eso lo hacia en menos de diez minutos, yo lo hice en 25 me sobraron cinco. Baje a nuestro punto de encuentro, con ropa deportiva ya que para reconocernos debía llevar la chaqueta de baloncesto, pero yo deseaba saber quien era ella antes de que ella me conociera a mí. Así que me quite la chaqueta y entre sin ella al bar. Del hotel, me senté en una esquina de la barra para pasar desapercibida. Estaba lleno el bar, así que debía fijarme bien, un grupo de chicos tomaban café conversando de a la pista que se iban a esquiar, otro grupo de lo que ya habían esquiado y tomándose fotos, y gente que salía y entraba del lugar con equipo de esquí o sencillamente para calentarse de la chimenea que había en el lugar y entonces la vi, entro, pero no la vi de frente ya había pasado ante mi y solo veía la chaqueta de Los Lakers, se sentó en una mesa y para mi desgracia seguía de espaldas no veía su rostro, pero me daba igual, no era justo que la hiciera pasar por esto, ella era mi amiga, me había ayudado mucho y debía ser honesta con ella, me puse mi chaqueta y avance. Me coloque detrás de ella.
- Hola, ¿me vas a dar ese abrazo tan gordo como me dijiste en tu ultimo e-mail?
- ¿Lucy?-. Se giro sin levantarse
- No es posible, no me lo puedo creer-. Mi vista me dejo paralizada, mi mente voló fuera de mi cuerpo, mi corazón me latía a gran velocidad y mi sangre la sentía que no me fluía con normalidad
- Pero….que…esto es…¿tu eres xl?, ¿me estas tomando el pelo verdad? ¿Te burlas de mi?-. Ella seguía preguntando, mientras yo me senté en la silla frente a ella pues la verdad las piernas me empezaron a no responder
- Si, soy yo Renee-. No podía mentirle, debía enfrentar la realidad, debía enfrentar al destino, nos había vuelto a unir, a juntar sin ni siquiera saber que una era la otra
- Pero….¿como es posible?, yo….yo no entiendo nada de esto, todo este tiempo, ¿todo este tiempo has sido tu?
- Parece que si-. Le dije levantando mis hombros
- ¿Parece que si?, ¿acaso te estas burlando de mi?, ¿es eso lo que haces “Ángela”?-. Lo dijo con todo el sarcasmo que pudo poner en su voz.- No te creía capaz de algo así Lucy, y dime amiga….¿te has divertido mientras jugabas conmigo y con mi amor?
- Hey, hey, tranquila Renee, yo no he jugado con nadie, no sabia que eras tu, yo no sabia que tu….bueno que…tu…
- ¿Que yo?...¿que?...¿que?....¿que?....¿que te has reído a mi costa?, ¿que me has vuelto a enamorar para hacerme sufrir nuevamente?, ¿que te importa poco lo que me pase o sufra o me mientas en el nombre o en tu profesión o….¿sabes que?, mejor me marcho esto es una locura, nunca pensé que….que llegaras a hacerme esto-. Se levanto y giro bruscamente, cosa que le ocasiono perder el equilibrio y doblarse el tobillo, cuestión que le hizo caer al suelo.
Rápidamente me levante y me acerque, en cuestión de segundos se le puso morado y obtuvo una gran inflamación.
- Déjame que….-. Trate de levantarle el pantalón y quitarle el deporte
- Déjame en paz Lucy, no necesito tu ayuda-. Quiso incorporarse y su gesto fue de autentico dolor
- Mira Renee, te guste o no te voy a ayudar, así que deja ya de….- No hable mas, la agarre en brazos, eso me recordó cuando a veces en la serie tuve que agarrarla, me gusto ese recuerdo y me gusto tenerla nuevamente conmigo así
La saque del bar, aunque ella se quejaba de que no quería subir a mi habitación que es donde la llevaba, yo, no le preste atención en ningún momento, solo seguí y seguí caminando hasta mi habitación. Entramos la deje en la cama y llame al medico del hotel. Mucha eficacia y un gran servicio antes de cinco minutos hay estaba el doctor, le hizo lo adecuado y me dio unas pastillas para calmarle el dolor con su indicación y que no podía moverse hasta mañana. Cuando el medico salio por la puerta.
- ¿Estas loca?, Lucy ni creas que me voy a quedar aquí….no…ni lo pienses-. Me miraba desafiándome
- Renee, estas enferma y el medico a dicho que….
- Que nada, pásame el teléfono, llamare a Alex y…-. Se lo quite de su alcance antes de que lo obtuviera y lo aparte lo bastante lejos.- Lucy, dame el teléfono, quiero….
- Nada, ya esta bien Renee, estando en el bar me has dicho de todo, solo te ha faltado decirme de lo que me iba a morir, me has llamado mentirosa, me has…da igual, ahora me vas a escuchar tu a mi-. Callo y su cabeza se agacho, su mirada estaba ubicada en las sabanas y unas lagrimas brotaron de sus ojos que recorrieron las mejillas. – Lo siento Renee, lo siento, no pretendía…- Me senté en el borde de la cama. – Perdóname, no quise hablarte así, no llores que me partes el alma-. Mis manos le secaron las lagrimas, le levante su rostro .- Escúchame, esto es…- Me aparte de ella, su mirada volvió a ser tierna, ya no estaba furiosa, parecía una niña débil a quien cuidar. Caminaba por la habitación de un lugar a otro.- Renee, esto a sido una sorpresa para mi, te lo juro hazme caso, jamás sospeche en ningún momento que era tu, ni se me paso por la cabeza
- OK, OK, te creo Lucy, la verdad no te creo capaz de toda esta artimaña, no eres tan mala persona como para hacerme esto, siento lo que te dije en el bar, es que…me puse nerviosa, pero ahora ya estoy mas tranquila, hablemos
- Si, estoy deacuerdo, hablemos-. Seguía caminando por la habitación, no podía parar
- ¿Y Bien?
- ¿Y bien que Renee?
- ¿Empiezas tu o yo?
- Pues….mmmm…yo…
- Déjalo, ya empiezo yo “Ángela”, es extraño que en el Chat estabas mas suelta
- No me llames así “Eve”, siento haberte mentido en lo del nombre, pero tu también me…
- No amiga, acuérdate, es la abreviación de mi primer nombre, Eveline
- Perdona
- Sabes algo Lucy, vamos a cortar con esto por lo sano, ya dejemos todas estas cuestiones, fíjate en una cosa, de nuevo el destino nos unió y no es la primera vez y tu lo sabes, yo….., solo deseo saber algo, es lo único que me importa…..¿me amas?, ¿me quieres?
Cuando esa pregunta llego a mis oídos estaba mirando por la ventana la montaña nevada y sin darme la vuelta y sin ni siquiera pensarlo, salio mi corazón hablando
- Si, si, si, si, siempre te he amado, desde la primera vez que te vi sonreír me llenaste mi corazón de alegría y cuando no podía tenerte, deje tu amistad para no lastimarme mas y luego el destino me ha vuelto a unir a ti a través del Internet y cuando te vi ayer dude nuevamente pero Eve me había enamorado y…Dios Renee, es que….yo….
- Aaagguchh-. Me gire y vi que trato de levantarse, pero el dolor no se lo permitió
- ¿Pero que demonios haces?-. Le dije acercándome a la cama-. – No ves que….que no debes moverte, ¿por que nunca me haces caso?-. Me senté en la cama, junto a ella
- Solo quería abrazarte
Esa frase me encanto escucharla de su voz, su hermosa voz, delicada, suave, y su mirada me estremeció, me acerque a ella y me acurruque a su lado, mientras sentía sus brazos rodear mi cuerpo, sentir su calor corporal, fue lo mas hermoso vivido en muchos años, mis sueños se estaban volviendo realidad, así permanecimos un rato, un tiempo que desee que nunca terminara y pensé en que si la muerte me llevara en ese instante me iría feliz de este mundo. Ella no dejaba de abrazarme y elevo mi rostro poniendo su mano en mi barbilla, la mire a los ojos, me perdí en su mirada verde cristalina.
- Por que Lucy, ¿por que hemos perdido tanto tiempo?
- No lo se, quizás por mis miedos o tal vez por….-. Su boca se acerco a mi cerrando esa frase que no acabe, sus labios se entre lazaron con los míos, mientras su lengua entraba suavemente junto a la mía, era un beso tierno, mientras sentí como su respiración y la mía se movían al mismo son, pasando a volverse pasional, mis manos se escaparon a su cuerpo acariciándolo, deseándolo, me controle, no se como pero lo hice, me aparte levemente de ella
- ¿Que pasa Lucy?, ¿lo estoy haciendo mal?
- No, es como siempre lo soñé…pero…
- ¿Pero…?
- Es que…bueno….yo…nunca…vaya nunca he….estado con una mujer y…
- Todo lo que tienes de alta y grande, lo tienes de tonta he ingenua, yo tampoco he estado nunca con una mujer, cariño, esto es dejarse llevar, no te preguntes, no te cuestiones, solo déjate llevar, siente mi amor, este amor que llevo guardado desde tanto tiempo pensando en dártelo
Y ella tenía razón, ya era hora de dejar las cuestiones ni preguntas ni reclamos solo vivir, vivir mi amor hacia ella. Ese amor que estaba dentro de mí queriendo locamente salir y que con cada beso que ella me daba salía de mí una pasión irremediablemente de parar. La noche paso y nuestro amor fue consumado varias veces, nos quedamos dormidas.
La luz de un nuevo día me despertó, el sol entraba vagamente por mi ventana y eso hizo admirar a la mujer bella que tenia a mi lado, abrazada a mi estaba mi mejor amiga, mi amante, mi todo, ahora si éramos cien por cien la una para la otra y no la dejaría escapar, esta vez no. Aparte un mechón de su cabello para verla dormir, tenia los ojos cerrados a la luz y su mente probablemente abierta al mundo de los sueños. Sus ojos lentamente se abrieron y me lleno de alegría verlos en una primera mañana, jamás pensé que levantarme al lado de alguien me hiciera tan feliz.
- Buenos días preciosa, ¿como va tu tobillo?
- ¿Mi tobillo?, buenos días amor
- Si, ese que te torciste y….
- Es cierto, no me acordaba, es que anoche paso una doctora por aquí y me dio unas medicinas de amor y se me quito todo dolor
- Jaja….a ver déjame verlo-. Mire y la inflamación no hay bajado mucho.- Creo que vas a tener que quedarme mas en cama hasta que se te baje un poco, ¿quieres desayunar?
- Huy Lucy si, por favor, tengo hambre
- Es lógico, tanto deporte no es bueno jaja. Bueno tú no te muevas que yo me encargare de todo-. Me levante y corrí hacia el baño, me daba vergüenza que ella me viera en esa situación
- Cariño, eres una hermosura-. Yo seguí a pesar de que ese comentario me hizo enrojecer, me puso el albornoz y en ese instante llamaron a la puerta, con bastante insistencia.
- ¿Quien es?, pregunte pegándome a la mirilla, vi a Alex, abrí, estaba muy nerviosa, preocupada
- Hay Lucy, esto es terrible, no la encuentro, la he perdido-. Decía mientras me abrazaba soltando una lagrimas
- ¿Pero de que hablas?, ¿de quien?
- A Renee, a Renee, no la encuentro por ningún lado, escucha ayer se iba a encontrar con una amiga del Chat y bueno, la deje sola ya que ella me lo pidió, pero yo no quería y yo me quede preocupada, hay Dios mío, no he dormido en toda la noche, ayúdame Lucy, ayúdame a encontrarla
- Tranquila Alex, tranquila, esta aquí
- ¿Aquí? ¿Y que hace aquí?
- Es que….quiero decir que…..bueno es largo de contar, la cuestión es que yo soy esa amiga del Chat
- ¿En serio?, ¿no te lo creo?
- Si, nos dimos cuenta cuando nos encontramos y como se lastimo un pie pues durmió aquí en mi cama, el medico dijo que no debía moverse. Voy a pedir desayuno ¿quieres?
- Si claro, mientras voy a verla
Ella pasó al dormitorio mientras yo desde la salita que la Suite tenía llamaba al servicio de habitaciones, pedí tres desayunos continentales con sus respectivos zumos.
- ¿podrían ser cuatro?-. Esa voz provino del pasillo, la puerta aun no la había cerrado y entro en la habitación, la reconocí enseguida
- ¿Hija?, pero…¿cuando has llegado?
- Ahora mismo madre, pude arreglar los asuntillos que te dije y aquí estoy, ¿como va todo?
- Bien, muy bien, cuando te lo cuente
Le conté lo ocurrido y ella no salía de su asombro, de la coincidencia tan grande del destino, de la misma vida, me abrazo y me deseo felicidad, aunque quedo empañada cuando las dos pasamos a la habitación a ver a las chicas. Renee estaba completamente vestida, sobre la sabana, como si en esa cama no hubiera pasado nada, como si nunca hubiéramos hecho el amor. La miraba, estaba nerviosa, cohibida, y me negaba su felicidad que pocos momentos antes me daba en su primera mañana matutina. Las dos saludaron a Daisy, yo no dije nada, solo me metí al baño a ducharme.
Cuando Salí, el desayuno ya estaba en la habitación, vi a Alex y Daisy comiendo en la salita, y Renee en la cama. Me acerque y cerré las puerta correderas.
- Disculpad, voy a cambiarme
- Claro madre, aquí estaremos-. Me gire y mire a Renee
- ¿Que estas haciendo?-. Le dije algo furiosa
- Desayunar-. Sonrió
- No me refiero a eso Renee, sabes perfectamente de lo que te estoy hablando
- Perdóname pero la verdad no se de que me hablas y mucho menos tu cambio de humor-. Bebía tranquila un sorbo de zumo
- Renee, estoy hablando de que estas vestida y de que…
- Lucy, no querrás que reciba a Alex desnuda, ¿verdad?
- Pues no me refiero a eso, pero….
- ¿Pero que?
- No le has dicho nada verdad, te has puesto tu ropa y estabas encima de la sabanas para ocultar que hemos pasado la noche juntas, te puedo asegurar que hasta le dijiste que yo dormí en otro lugar
- Lucy, tu no entiendes, me….
- Lo ves, lo sabia-. Negarme, esa si que era buena, después de haberme decidido a cambiar y a enfrentarme a todos ella me negaba.- Intuí que me habías hecho eso, tu reacción ante ella no fue normal, esa relación quieres?, en la oscuridad?
- No es eso, déjame que te explique, Lucy por Dios, no es fácil, yo….
- Sabe que?, mejor aquí lo dejamos y en paz, fue bonito mientras duro, aunque solo fuera una noche, pero yo no deseo estar junto a ti a escondidas o mirando a ver si alguien nos mira o nos observa, no deseo una relación así Renee. Por fin he roto mis cadenas que me aprisionaban y no me las vuelvo a poner, eso te lo aseguro
- Vamos Lucy, estas siendo muy drástica, y no me dejas hablar, de todas formas no creo que por ejemplo a tu hija le hayas dicho nada
- Pues te equivocas, si le he dicho, y estaba feliz junto conmigo, pero es evidente que tu no quieres….
- Pero es que no me dejas hablar, yo….
- No Renee, no, ya no-. Me metí dentro del baño, me vestí y sentía mucho dolor, no quería estar cerca de ella, lo de la noche anterior fue solo un espejismo, ella no quería estar ni iniciar una vida conmigo como yo había pensado. Salí y ella me quiso retener, me hablaba, no le hice caso, abrí las puertas y me marche indicándole a mi hija que me siguiera.
Bajamos a Recepción y le conté lo ocurrido, me decía que esperara que hablara con Renee que no podía irme así sin más. Pero no quería esperar ni pasar ni un minuto en ese maldito hotel que tanto daño me había ocasionado nuevamente por ceder a ese amor que no podía dejar de olvidar. Le di instrucciones a mi hija de que se quedara un día más para pagar la cuenta y que Renee se recuperara. Yo, me marche a Los Ángeles. Volví a casa, pero aun no deseaba que Rob me trajera a los niños, quería estar sola, pensar en mi vida, en todo lo ocurrido, llore toda la noche, mientras me tomaba una copa y me ponía canciones de desamor, no entendía por que me gustaba torturarme así.
Paso una semana y mi vida seguía hecha polvo, ni trabajando se me olvidaba lo ocurrido con ella, me mando mensajes por Internet, nunca le conteste, ni las llamadas telefónicas que me hizo, tampoco las conteste, ya había acabado para mi, no quería oír su voz, ni verla en imagines, cualquier recuerdo que tenia de ella lo queme en mi chimenea, quería sacarla de mi vida totalmente. Ese día jugaban los Lakers, mi hija me había invitado, así que me puse ropa deportiva y marchamos juntas al partido. Lo disfrutaba mucho, me gustaba y sacaba toda mi adrenalina. Sentadas juntas y disfrutando de una coca-cola y nachos con queso, llego el medio tiempo, comenzamos a hablar cuando….
- Madre, mira, es Renee-. Me señalo hacia arriba
- ¿Donde?-. No la visualizaba en las gradas, hasta que la vi en la pantalla grande que había arriba en medio del campo de basket
“Hola a todo el mundo, espero estén disfrutando el encuentro, y perdón por el visitante pero….ARRIBA LOS LAKERS. Me dirigí por este conducto por que quiero dar una noticia. Lucy Lawless, te quiero, quiero tener una vida junto a ti, sin temor a nada ni nadie, ¿me aceptas?”
La imagen de ella desapareció, no podía creerlo, esto era lo último que me imagine, yo deseaba eso, pero tampoco que los pregonara en la TV. Sabia que esta bomba traería mucho, y no era de esperarse, mi teléfono comenzó a sonar.
- Vamonos hija, quiero llegar a casa antes de que los periodistas se percaten de donde estoy
- Si, claro, pero….madre, ¿tu querías esto verdad?. Tu querías que Renee no te escondiera y mira lo que ha hecho por ti, creo deberías ir a su casa
- ¿Estas loca hija?, si ahora voy a su casa, se me van a echar encima, ya conoces a la prensa, mira-. Le mostré el teléfono.- No para de sonar-. Lo desconecte, esto seria una locura, no entendía por que ella había hecho eso así, ¡Dios mío!, hay en una partido tan importante como ese.
Llegamos a casa y mi contestador estaba lleno de mensajes, escuche el primero.
“Revista Amiga Corazón, ¿confirma o desmiente lo dicho por Renee O´Connor?”
Y así uno tras otro, de revistas, periódicos, amigos, conocidos, club de fans y muchos mas, al escuchar el cuarto, me canse, los borre si saber quien era, no deseaba ahora mismo saber nada de nadie. Subí a mi dormitorio me cambie de ropa, poniéndome un bikini y Salí a la piscina a nadar, necesitaba descargar mis nervios y así era como mejor lo conseguía. Agradecí a Dios que mis hijos pequeños estaban con su abuela. Sentí un breve golpe en mi cabeza, mis brazos se detuvieron.
- ¿Que demonios?-. una pelota de plástico de mis hijos me había golpeado, mi hija estaba en el borde de la piscina.- ¿Que quieres hija?, ¿no había otra forma de llamar mi atención?
- No, por que te he llamado pero tu no me escuchas con los tapones que te pones
- Si, es cierto, perdóname, ¿que pasa?
- El teléfono no deja de sonar, al final lo he desconectado
- Bien hecho ¿y?
- Renee me ha llamado al mío, quiere verte madre, quiere hablar contigo
- Pues dile que yo no quiero hablar con ella, que no quiero nada de ella, que no quiero verla y….
- Y te vas a aguantar por que me vas a ver quieras o no quieras-. Renee caminaba hacia el borde de la piscina junto a mi hija-. – Gracias Daisy, ¿puedes dejarnos solas?
- Claro, será todo un honor-. Le sonreía a ella mientras le guiñaba un ojo
- No, no, te vas a quedar y me….-. La vi alejarse y cerrar la puerta con llave, era increíble pero mi hija ni caso me hizo, y para colmo me dejo encerrada junto a Renee, me quite las gafas de nadar y los tapones-. – Escucha Renee, no tengo ninguna gana de hablar, estoy….
- Lucy, deja de actuar como niña y te guste o no vamos a hablar, así que sal del agua por favor
- No, no voy a salir, la que vas a salir eres tu, quiero que te vayas de mi casa
- No me voy a ir, además no puedo recuerda que tu hija nos encerró
- Pues dile que te abra que a ti te escucha mas por lo que veo
- Pero es que no quiero marcharme
- Y yo no deseo hablar ni verte a ti
- Sal del agua Lucy, deja de comportarte como….
- No me comporto de ninguna forma
- Bien, pues si no sales entrare yo
- ¿Te has vuelto loca?, no tienes traje de baño y…
- No lo necesito-. Comenzó a quitarse la camisa que llevaba y desabrocho su pantalón. Antes de que siguiera, decidí salir, la verdad no deseaba verla ante mi desnuda como esa vez en el hotel, no tenía fuerzas para ello y seguro caería nuevamente en ese hermoso cuerpo que me volvía loca.
- Espera. ya salgo, ya salgo y hablamos si tu quieres
- Demasiado tarde cariño-.
En menos de un minuto ya se había quitado todo y se acercaba nadando lentamente hacia mí. Ver su mirada puesta en mí mientras avanzaba me hizo enrojecer y retroceder hasta que no pude más al chocarme con el borde del otro lado. Ella parecía tenerme hipnotizada, mis piernas no me respondían, trate de darme la vuelta para salir pero me retuvo los brazos poniéndose tras de mi. Pego su cuerpo al mío, sentí su respiración, me susurro.
- ¿A donde crees que vas?
- Por Dios Renee, esto es una locura-. Ella no se movió ni un centímetro
- Si, es una locura de amor, amor por ti, una amor que me esta consumiendo, un amor que lo he propagado a todo el mundo y que tu me estas negando. Primero me dijiste que lo hiciera y cuando lo hago tampoco lo quieres, dime Lucy, dime, ¿que es lo que quieres de mí?
- Te quiero a ti.- No pude aguantar esa situación, por que la negaba, ella tenia razón, no vivía sin ella, la amo con toda mi alma y me siento morir cuando no estoy a su lado. Me gire y la abrace.- Lo siento Renee, lo siento….es que…tienes razón, no puedo dejar de pensar en ti, me muero por ti y deseo estar contigo, no se que me has hecho pero pienso en ti a todas horas, te imagino en todas partes y te deseo con locura
- Mi amor y si es así, por que me has negado tanto, por que no deseas verme, por que me dejas de lado y me apartas de ti
- No lo se, cuando te vi negarme ante nuestra amiga, me enfade mucho y luego me haces esto, ¿por que lo has hecho?
- Quería llamar tu atención, sabes cuanto te he buscado, no querías escucharme pues decidí esta forma para hacerlo, aunque la que me dio la idea fue tu hija-. Me separe de ella solo unos centímetros, quería ver su hermosa mirada
- Mi hija?, como no sospeche nada
- Bueno ha salido a su madre, es una gran actriz jaja-. Su sonrisa hizo que le acariciara sus mejillas y la besara tiernamente. Un beso que fue prolongado en caricias, palabras de amor y consumando todo ese amor que mutuamente nos teníamos.
Salimos del agua, mientras yo la tapaba con mi toalla mi hija abrió la puerta, Renee había hecho lo que entre ellas era su plan, darle una llamada telefónica. Daisy nos miro sonriendo.
- Me alegro que hayáis arreglado las cosas, pero….ahora tenéis un pequeño problema
- ¿Cual?-. Pregunte arqueando mi ceja
- Madre, creo que debéis….bueno tu ya sabes a mi nunca me ha gustado la prensa pero es que estáis hasta en los programa de noticias, están diciendo muchas cosas, creo que deberíais de dar un comunicado o algo así
- ¿Tu que dices?-. Mire a Renee sonriendo-. – ¿Como vamos a arreglar esto?
- La verdad no tengo idea, tu sabes que no soy buena para estas cosas
- Pues te guste o no Renee ahora vas a tener que enfrentarte conmigo a las consecuencias de lo que dijiste-. La guiñe un ojo
- Si, pero….
- Yo creo que deberías hacer lo que en la serie hicieron los guionistas madre-. Intervino Daisy-. – Dais un comunicado, dejando claro que os queréis como mejores amigas, pero dejáis las cosas al aire para que la gente piense lo que quiera, ¿que os parece?
- Definitivamente esta chica ha salido a su madre-. Renee echando una de sus mejores sonrisas
Así lo hicimos, y así seguimos, disfrutamos nuestro amor en la casa del hogar cuando no trabajamos y para el mundo somos las mejores amigas y para nosotras somos. Un verdadero y puro amor.
FIN
1 comentario:
Excelente narración te felicito mucho, y espero llegues as er una de lkas grandes escritoras contemporaneas.
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