Por: LadyAxR
Me vestí con un traje negro, cortó unos centímetros por encima de la rodilla, de tirante grueso, mi cabello largo lo deje suelto y me maquille para que el color de mis ojos resaltara. Conducía yo pues fuimos en mi coche y Angela cambiaba la sintonía de la radio. Llegamos a casa de Ted, de veras había organizado una gran fiesta, el sonido salía hacia la calle, pero como era una casa grande y no tenia vecinos cerca no molestaba a nadie, aparcamos un poco lejos pues había bastantes coches, parecía como si estuviera toda la ciudad en esa casa, a trabes de los ventanales se veía a la gente moverse, unos bailaban, otros hablaban, bebían y se divertían.
- Lo mejor de este tipo de fiestas es que no se fijan quien llega el ultimo
- jajá, si en eso tienes razón-. Le decía mientras íbamos caminando hacia la puerta principal
Pasamos los jardines que eran hermosos, llenos de rosales muy bien cuidados, no muy lejos de allí visualice la piscina que también había gente en ella riéndose y gastándose bromas. Ted había sabido muy bien invertir su dinero y tenia una gran casa, era un hombre fantástico y una gran persona, si en la serie la gente lo conocía por su papel del bobo guerrero Joxer, en la realidad el papel no le hacia justicia, por que era muy gracioso y cómico y muy amigo de sus amigos, tenia la suerte de tenerlo como tal. Ante nosotras vimos la puerta principal y entramos, en el gran salón la gente se divertía a rabiar y nosotras queriendo escabullirnos para que no nos vieran llegar pero no lo logramos, alguien con un micrófono nos dio la bienvenida y todos giraron a aplaudir y a gritar nuestros nombres, nosotras solo nos miramos y nos reímos, no nos quedo de otra que hacer eso, cuando ya paso todo el teatro que monto el del micrófono que no fue otro que el dueño de la casa, Angela fue requerida por un compañero de su trabajo y yo camine en busca de Renee, si, no podía negar que deseaba verla, que no había dejado de pensar en ella.
- Lucy, hey, ¿que tal estas?-. Me gire
- Hola, cuanto tiempo, bien, ¿y tu como estas?, no te esperaba aquí-. Me dio alegría ver a Kevin Sorbo (Hércules)
- Pues ya ves, me encontraba en una ciudad cercana y me llamo Ted y me dije, ¿como perderme un festón así?
- Pues me da mucho gusto verte amigo, realmente me lo da
- Oye, ya me dijeron de Robert y…
- Hay, no me hables de ese ahora, estoy cansada de él
- Perdona
- No estará por aquí verdad
- Pues sintiendo la respuesta si, anda con esa mujer que….
- La verdad ni me interesa que…- Vi acercarse a Alexandra
- Chicos, que tal?, llegas tarde pero siempre se te necesita, de veras que vayas donde vayas capta la atención si es que con la ayuda de mua, la diosa del amor nunca te faltara tal
- Si, a ver si es cierto y me mandas un amorcito jajajaj
- Recuerda que yo siempre he estado enamorado de ti, si quieres? Jajaja
- Venga, basta ya de bromas-. Alguien me giro cuando aun no acababa la frase
- ¿Y a mi no me saludas?, se que soy tu archienemiga pero…
- Claro que si Hudson, ¿como te va?-. Le decía mientras la abrazaba
- Bien, ¿te traigo algo de beber?, ¿lo de siempre?
- Bueno, aunque si quieres déjalo ya me acerco yo a la barra y…
- No tranquila, si de todas formas voy para allá, ahora vengo
- Perfecto-. Disimuladamente pregunte-. – Y Renee, ¿no la habéis visto?
- Vaya ya estabas tardando en preguntar-. Me decía una recién llegada Adrienne
- Ven aquí hija mía-. Mientras la abrazaba-. – ¿Cuantas copitas llevas ya? Jajá
- Pues no muchas la verdad jajaja
- Si, te lo creo jajaja
Eche un vistazo a toda la sala, pero no lograba encontrarla si vi a Danielle (Ephiny), junto a su esposo bailando, a Paris Jefferson (Atenea), con su novio riendo y a Bruce Campbell (Autolycus) en la barra junto a Hudson mientras eran servidos por un camarero, pero nada de la presencia de Renee, donde estaría, no quise volver a preguntar para que no vieran mi insistencia pero Alexandra y Adrienne parecieron darse cuenta y acercándose a mi, mientras me agarraba una la cintura y otra la cara me la giraron hacia la pista de baile.
- allí esta-. Dijo una Alexandre sonriendo
Mi visión fue algo que nunca imagine ver, Renee era una persona muy tímida, y esa imagen no era propio de ella, de todas formas me sonreí, por que se veía muy linda. Estaba en la pista de baile, llevaba un traje rojo corto, con un breve vuelo abajo y se movía al ritmo de la música, su cabello suelto y era una poesía en movimiento, se veía tan contenta y tan desinhibida, estaba realmente divina, solo como ella podía ser.
- Es algo divino de ver ¿eh?-. Me decía una Adrienne guiñándome un ojo. La verdad no se por que me decía esas cosas con doble sentido, ¿nos abría visto esa noche en el hotel?
- Vamos hija, jajá, ¿pero que le pasa chicas?, ella…. ese no es su comportamiento normal
- Bueno es que…pues….le hemos dado una copita jajajja-. Reía Alexandre
- ¿Una?, chica creo que lleva algunas mas
- Bueno una mas que otra que importancia tienes-. Decía una Adrienne mas que contenta
- OK, oye esto es conversación de chicas-. Dijo Kevin Sorbo (Hércules)-. – Yo mejor os dejo y luego nos vemos. ¡ah!, por cierto Lucy, la semana que viene bautizo a mi chiquitín, estas invitada por si no te veo luego, ustedes también chicas
- Ah, esta bien, allí estaré si me lo permite el trabajo, ya me mandas un mensaje y me dices el día exacto
- Bien, bueno, fue un placer saludarte
- Igualmente-. Le di un beso y se alejo para hablar con los chicos
- Lucy, aquí tienes tu copa-. Decía una Hudson con la sonrisa de oreja a oreja-. – Hay que hombre el Sorbo eh
- Tranquila, que esta casado jajaja-. Dijo una Alexandre-. ¿Y que hacemos respecto a Renee?- Pregunto dirigiendo su vista a ella, que seguía disfrutando la música y de su baile
Todas nos giramos y nos deleitamos con su baile mientras sonreíamos al verla en esa situación poco común en ella y yo, lo disfrutaba mucho más. Por que esos movimientos me embelesaban y me hipnotizaban.
- ¿Que tal si vamos junto a ella?-. Propuso Hudson-. – Yo tengo ganas de bailar
- Si-. Me apresure a decir, por fin, por fin podía estar junto a ella sin que yo propusiera nada
- Vamos entonces
Las cuatro fuimos hacia la pista de baile, la primera en llegar fue Alexandre se acerco a ella por detrás y le tapo los ojos.
- ¿Quien soy?-. Le bromeo
- La más maravillosa Diosa del amor, reconozco tu perfume jajja-. Se giro y nos miro como ella solo mira, con esa mirada tierna y de buena persona. – Lucy, has llegado?-. Me decía mientras me echaba sus brazos sobre mi cuello y me abrazaba. Mi cuerpo tembló, no pude evitarlo, el sentir su contacto fue algo superior a mi, no quise que acabara ese abrazo y todas las demás personas desaparecieron en ese instante para mi, Hudson me saco del exilio
- Renee, parece como si hiciera un siglo que no ves a Lucy jajá
- No, no hace un siglo, pero para mi fue una eternidad y deseaba verla
Esa respuesta hizo reír a las chicas y hasta yo me sonreí cuando ella se alejo de mí. Comenzamos todas a bailar y así estuvimos unas cuantas canciones de salsa, cambiaron de ritmo, empezaron con baladas y Hudson rápidamente se dio vuelta y le pidió a Bruce bailar, acepto encantado, Ted bailo con Adrienne, Alexandre, Renee y yo, mirándonos como tontas, no sabíamos que hacer, íbamos de salida y Alexandre fue requerida por Timothy Omundson (Eli) que rápidamente acepto encantada, Renee y yo seguíamos caminando y yo deseaba detenerla y bailar junto a ella, abrazarla, tenerla junto a mi bailando esa balada de amor, pero no podía ser, no podía destrozar una amistad por ese deseo que sentía, debía seguir ocultando ese amor prohibido que sentía hacia mi amiga.
- Lucy, ¿que tal si bailamos?
- ¿Disculpa?
- Que bailemos, te digo que bailemos
- Renee, aun no te ha dado cuenta que es música romántica…bueno…quiero decir es una balada
- Si, me he dado cuenta ¿y?
- Que….digo….no….es…
- ¿No es que?, ¿te da miedo bailar con tu amiga princesa guerrera?
- Mmmm no, pero….
- ¿Que, te he dejado sin palabras o es que me tienes miedo?-. Me decía acercándose lentamente. Estaba claro que el alcohol estaba hablando por ella, ya que Renee jamás me hubiera dicho eso. Y para que engañarme, si, si le temía, temía estar cerca de ella pues acabaría cayendo en su mirada, en esos brazos que deseaba que me abrazaran y que nunca me soltaran, me escape diciéndole.
- Sabes una cosa tengo sed, voy a por algo de beber, te traeré algo que ¿quieres?
- Tráeme lo que tu tomas, es lo que he estado tomando desde que llegue, así te recordaba mientras llegaba
- Jajaja, esta bien, espérame aquí que luego bailamos-. Le decía mientras le guiñaba un ojo con picardía.
Continuara….
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Mientras me dirigía a la barra me gire una vez, la vi de espaldas, mirando a la pista de baile, se movía al son de la balada, ya no sabia si se estaba haciendo la borrachina o es que realmente lo estaba, la cuestión era que huí de ella, por que?, esa fue mi oportunidad de estar cerca de ella y yo me fui, que estupida, pues ya me canse de alejarme, en cuanto volviera con las copas bailaría con ella me daba igual quien me viera o que pensaran los demás, no la volvería a rechazar, me dejaría llevar por la mujer que amaba. Cuando el camarero me sirvió las bebidas y las recogí, me gire y mire donde la había dejado, ya no estaba, no lograba verla, ¿donde se iría?, me quede quieta para visualizar la pista de baile a lo mejor salio a bailar con alguien y perdí mi oportunidad, pero no era así, ya la veía, se había apartado un poco, alguien le hablaba y no era de su agrada, cuando logre verlos bien mi mirada se convirtió de hielo, era Robert, estaba junto a ella agarrándola del brazo, trataba de sacarla a bailar y ella se negaba, me acerque rápidamente, lo mas que me permitieron las personas que me iba encontrando a mi paso, Ted me hablo preguntándome algo, que no escuche bien por que seguí mi camino con la mayor rapidez. Cuando llegue a su altura Renee negaba con la cabeza y vi una mesa donde deje las copas y menos mal por que desee estrellarle el vaso en la cabeza y no era plan en estos momentos.
- Hola, ¿ocurre algo?-. Los dos giraron, la mirada de Renee fue de alivio y la de él de desconcierto
- No, nada, ¿verdad Renee Preciosa?-. Ella no contesto solo me miraba
- Ven Renee-. Quise atraerla hacia mi y ella accedió pero el la retuvo del brazo derecho con fuerza. Yo, le apreté su brazo con fuerza al igual
- ¡Suéltala!-. Le dije con mirada fría y distante, él levemente aflojo su mano pero sin soltarla
- ¿Que?, ¿si no la suelto vas a pegarme?
- Robert, estas borracho, haz el favor de soltarla o vamos a tener problemas
- ¿Me estas amenazando?, solo quiero bailar con ella
- Pero ella no quiere bailar contigo, así que no te lo voy a repetir mas, suéltala
- Pero ella si quiere bailar, ¿verdad Renee?, ¿verdad que quieres bailar?-. Acerco su rostro al de ella, cosa que ella giro su cara para evitar. Lo que me había dado el interpretar a Xena es que hice mucho ejercicio y había aprendido más de un truco, así conseguí que en un movimiento él la soltara y me interpuse entre ellos dos.
- Creo que su gesto vale mas que mil palabras, no desea estar a tu lado ni bailar contigo así que lárgate
- Si, si quieres-. Trato con sus brazos alcanzarla, le empuje hacia atrás
- Robert, no me provoques, por que estamos en casa ajena, pero si sigues en esta situación me va a dar igual y te voy a partir la cara
- Huy-. Decía mientras agitaba sus brazos en modo de burla. – ¿Que?, ¿tu eres el hombre en la relación?, nunca imagine que una mujer como tu Lucy con tu cuerpo resultara ser un marimacho
- Escucha, no te lo voy a decir mas veces, lárgate de aquí o la vamos a tener
- Pero sabes algo, pensándolo mejor, por que no lo hacemos los tres juntos-. Se acerco de nuevo con sus brazos para rodearnos a las dos y fue cuando ya no aguante, y le solté un bofetón, él me agarro de los brazos fuertemente y en un descuido me golpeo el rostro echándome para atrás, cosa que me dolió pero no iba a quitarme de ese lugar pues si no le dejaría el campo libre hacia Renee.
Ella rápidamente comenzó a decir que bailaría con él que no había problema, pero no lo permití, la aleje de un leve empujón y golpee a Robert con todas mis fuerzas en la nariz, callo como un saco de patata al suelo, comenzando a sangrar al igual que yo por el golpe recibido anteriormente. Vi, llegar a Ted que lo ayudo a levantarse y se lo llevo del lugar. Alexandre y las chicas se acercaron y comenzaron a ver que pasaba y Renee me volteo en ese instante.
- Lucy, ¡Dios¡, estas sangrando, ¿pero que has hecho?, te ha….
- No es nada Renee, no te preocupes
- Si me hubieras dejado bailar con él, no estarías ahora….
- ¿Querías bailar con él?, ¿querías estar a su lado?-. Me sentí furiosa, yo la defendía de ese desgraciado y ella me decía que quería bailar con él, mis celos aumentaron-. – ¿Sabes que?, la próxima vez decídete y así no me tienen que partir la cara por nada….pero te digo algo, mejor déjame en paz de una vez y deja de volverme loca-. Aparte su mano que estaba en mi rostro enfurecida y me marche del lugar apresuradamente
- Lucy, Lucy, espera, espera-. Me gritaba sin cesar, yo, seguí mi camino, sin mirar atrás y sin pararme, ella me alcanzo cuando yo estaba ya por montarme en mi coche, cerro con su mano la puerta antes de que pudiera entrar en el
- Lucy, ¿quieres detenerte?-. Me di la vuelta y mi furia iba en aumento no me gustaba que se rieran de mi
- Que, ¿que quieres?, por que no me dejas en paz Renee, quiero estar sola-. En un segundo mi furia se convirtió en suplica, ella me despertaba con su mirada la ternura que había en mi y sacaba lo mejor de mi
- Escucha Lucy, te agradezco lo que has hecho y no, no quería bailar con él, ni quería estar a su lado, pero tampoco quería que te partieran la cara y si se hubiera podido evitar pues….
- Renee, Robert es un autentico imbecil y no había otra forma de solucionarlo, de todas formas da igual, anda, vete, vuelve a la fiesta y….
- No quiero ir a la fiesta, quiero estar contigo, mírate, estas sangrando, déjame…-. Intento mirar la herida, cosa que me aparte. – ¿Pero que te pasa?, ¿por que me rehuyes?, déjame ayudarte por favor
- No, Renee por favor déjame, necesito estar a solas, por favor, aléjate de mi, no quiero que…-. Trate de abrir la puerta de mi coche, cosa que nuevamente ella cerró y me lo impidió. Sin darme la vuelta le suplique.
- Renee, por el amor de Dios, déjame, no entiendes que necesito estar sola-. Ella se acerco junto a mi, justo pegada a mi espalda, me gire con el poco espacio que me quedaba entre mi coche y ella, la tenia tan cerca, tenia su rostro pegado al mío y desee besarla locamente, la deseaba con locura, ella, ella me estaba volviendo loca, jamás en mi vida había golpeado a alguien, era mi primera vez y todo por el amor loco que me estaba consumiendo. – Por favor Renee déjame marchar lo necesito
- No, no te vas a ir a ningún lado sin mi, solo lo vas a evitar golpeándome
- Sabes que jamás te haría daño, eres lo mas puro que hay en mi vida y yo…yo.. te…qu
Una voz a lo lejos se escucho, era Adrienne, venia hacia nosotras, era increíble, pero esta chica siempre coincidía en nuestros momentos claves.
- Lucy, Renee, ¿estáis bien?
- Si-. Contesto Renee-. Me la llevo al hotel, despídenos de Ted y los demás
- Claro, no te preocupes por eso, yo les diré, pero, ¿estas bien Lucy?
- Si, gracias
- Cúrate esa herida de la ceja sigue sangrando, toma te traje una bolsa de hielo para que el ojo no se te inflame
- Gracias Adrienne
Y sin más se marcho dando media vuelta, cuando ya estaba casi por entrar a la casa, Renee se dirigió a mí.
- Dame las llaves Lucy, te llevare al hotel
- Puedo irme sola
- Si, puedes, pero no lo vas a hacer y no me discutas más, ¿por que siempre te gusta discutir?
- No me gusta discutir, pero es que tu no entras en razón
- Y no lo voy a hacer así que tú decides o nos quedamos aquí toda la noche o me das las malditas llaves-. Renee cuando quería sabia ponerse seria y ese rasgo de su personalidad también me gustaba, por que hasta así se ponía atractiva.
Accedí, no tuve mas remedio, deseaba llegar al hotel, me subí al asiento del copiloto mientras me ponía la bolsa que Adrianne me había traído y la veía conducir. ¿Pero por que no se daba cuenta de mi amor?, ¿del amor tan grande que sentía por ella?, ¿de mi deseo?, y…., ¿por que yo no le confesaba mi amor?, a veces ella me había dicho cosas o demostrado cosas que llamaban mi atención, pero, ¿y si me equivocaba? ¿Y si era algo que yo interpretaba erróneamente y ella solo sentía un gran cariño de amistad hacia mí?. Sin darme cuenta llegamos al hotel, yo no deseba que nadie me viera en ese estado así que ella pareció adivinar mi pensamiento y se marcho directamente al parking y mientras me decía que ella cogeria las llaves yo me subí hacia mi habitación a esperarla. No tardo en llegar y traía consigo aparte de las llaves, un botiquín y una cubeta de hielo. Abrió mi puerta y la cerro tras nosotras.
- Ven Lucy, ven al baño, debemos limpiar y curar la herida
- Renee por Dios no estoy invalida puedo hacerlo yo
- Pero mira que eres cabezona ¿eh?
- ¿Yo?, ¿ahora resulta que la cabezona soy yo?
- Por favor-. Me puso cara de suplica con ojos de cordero degollado, eso me enterneció cosa que inmediatamente accedí, la dejaría hacer, así se marcharía antes y mi tortura seria menos
Seguí sus indicaciones al pie de la letra, sin rechistar, y sintiendo la agonía de tener cerca su rostro mientras me curaba mi ceja y no poder besarla y amarla toda la noche que es lo que deseaba.
- Escucha, tengo en mi cuarto una crema para el ojo, para que mañana no te amanezca todo hinchado, acuéstate ahora vengo
- Pero…
- Nada de peros
- Esta bien
Me acosté y mientras estaba sola, pensaba en ella, no, ya estaba bien, debía sacarla de mi cabeza, de mis sentimientos, de mi corazón, no quería volverle loca totalmente. Como se fue con prisas, se dejo su teléfono en la mesa de mi habitación. Comenzó a sonar, le había llegado un mensaje, mi pensamiento voló. Quien le mandaba un mensaje a esas horas?, ya eran las 2 de la mañana, no era lógico, de nuevo apareció en mí la locura de los celos, debía saber quien era, sabía que no era correcto lo que hacia pero mis celos pudieron más que mi discreción. Me levante y cogi su teléfono, era un mensaje de Alexandre.
- Ren, ¿ya se lo has dicho?, ¿ya se lo has confesado?. Hazlo, no pierdas tiempo amiga, Lucy te ama tanto o mas como tu a ella
No podía creer lo que mis ojos leían, Renee… ¿me amaba?, no podía ser, ¿era un sueño o estaba soñando?. Ese mensaje estaba clarísimo, ella me amaba, escuche pasos seguro seria ella, deje el teléfono en su lugar y me volví a acostar. Entro, llevaba puesto su pijama se había cambiado, me causo gracia verla con su pijama de Piolin, ese personaje de dibujos animados era su favorito.
- Ya estoy aquí
- Ya veo-. Le dije riendo
- ¿Y?, ¿que te causa gracia?
- Nada-. La mire de arriba abajo
- Me imagino, ¿mi pijama?, jajá, bueno ya sabes que…
- Si, te encanta piolin jajá. Te ha llegado un mensaje o te han llamado no se bien-. Le dije para ver su cara mientras leía el mensaje.
- ¡OH!, es Alexandre, quiere saber si llegamos bien y eso…
- ¡ah!-. Le comente, ¿por que no me había dicho del mensaje?, entonces si, era cierto, ella me amaba también, si lo ocultaba era por algo, decidí arriesgarme, si era seria la mujer mas feliz del mundo y si era que no pues….huy, no, podría perder su amistad. – Me dejas contestarle, le diré que…- Trate de agarrar su teléfono
- No, Lucy ya no tengo saldo
- Pero si tu teléfono es de línea amiga acuérdate
- Mmm, si… es…. Cierto, pero déjalo, ya le diremos…
- ¿Que te ocurre?, ¿te he puesto nerviosa?, no te preocupes no te cogere tu teléfono si no lo deseas, amiga, no me estarás ocultando algo ¿verdad?
- No, claro que no-. Me decía mientras se sentaba junto a mi en la cama.- A ver déjame que te ponga la crema si no, mañana tendrá un ojo mas gordo que otro-. Me decía mientras deslizaba con dos dedos la crema alrededor de mi ojo lastimado.
- ¡Auch¡
- Perdón-. Retiro levemente sus dedos, yo, los retuve cogiendole la mano tiernamente, ella me miro a los ojos, me encantaba esa mirada
- No, tranquila-. Le decía sin dejar de sostener su mano, esa piel que me erizaba la mía al sentir su contacto. – Sigue, me gusta tus caricias
- Mmmm, si, claro-. La sentí turbada, comenzó a sonrojarse, y esa timidez me despertó ternura
- ¿Renee?
- ¿Si?
- quería decirte que…
- Ya acabe, creo que es mejor que me…-. Hizo el intento de levantarse y la retuve del brazo haciendo que volviera a sentarse, se quedo con su rostro mirando al suelo, lo eleve con mi mano en su barbilla
- Por que no me miras?
- Si te miro-. Levemente fijo su vista en mi he inmediatamente la volvió a bajar
- Lo ves, has vuelto a hacerlo-. Esta vez ella subió su cabeza, así nos quedamos, mirándonos, sin decirnos nada, sin hablar, ella cada vez más sonrojada y yo, yo ya no aguante más. – Ya no puedo mas Renee, esto me esta matando, me estoy volviendo loca, por tenerte cerca y no poder tocarte, por quererte y no tenerte, por desearte y ver que te alejas y me evitas, tengo celos hasta del aire que respiras, cuando alguien se te acerca me vuelvo loca de que puedan tocarte y te necesito, si, te necesito como el aire que respiro para vivir. Vivo pensando en ti, en mi vida no hay nadie mas que tu, en mi mente solo estas tu, veo tu imagen en cada rincón y esta confesión puede cambiar el curso de mi vida y perder tu amistad pero es que….- Lentamente ella se acerco a mi oído y me dijo.
- ¿Te cuento un secreto?....TE AMO…me enamore la primera vez que nos presentaron en el set de grabación-. Se alejo levemente, a unos centímetros de mi y esas palabras me incitaron a besarla.
Probé sus labios, esos labios que tanto desee besar toda mi vida, dulces, tiernos, suaves, me encantaban, mi lengua se deslizo junto con la de ella, y mi cuerpo sintió una electricidad que jamás había sentido. La abrace por la cintura atrayéndola encima de mi sin dejar de besarla y ella me era correspondida y se dejaba mover a mi antojo. Le di una leve vuelta y me situé medio encima de ella. Comencé a besarle su hermoso cuello, mientras ella suspiraba. Solo unos centímetros me separe y vi que sus mejillas seguían ruborizadas y su mirada dulce y tierna no dejaba de mirarme.
- Renee, amor, yo….no quiero presionarte, ¿deseas continuar?
Su contestación fue agarrarme del cuello y besarme apasionadamente, mientras le acariciaba el rostro, baje mi mano hacia sus piernas y las acaricie tiernamente. Sentir su piel me excitaba más por momentos y comencé a desabrochar los botones de su pijama.
- Pom, pom pom,pom-. Llamaron a la puerta de mi habitación
- ¡Hay!, no, no me lo creo, no puede ser-. Me retire de ella enfadada-. – Esto es algo increíble
- Si, si que lo es, nunca me imagine estar en esta situación contigo-. Me decía una Renee sonriéndome, me gusto su reacción, le sonreí-. – Vamos Lucy, no te enfades, no me voy a ir a ningún lado, ve a ver quien es
Eso me dio una esperanza y fui corriendo a abrir la puerta
- No puedo creerlo, ¿eres tu?-. Vi a Adrienne delante de mí-. – No se como lo haces hija mía pero siempre interrumpes-. Le decía medio en serio y en broma
- Oh!, lo siento, pero….jajá jajá ¿que interrumpo?-. Pregunto con sonrisa picarona
- Nada que debas saber, así que....
- Anda…. Mami…. dime, dime mami-. Me comenzó a hacer pucheros, Renee se unió por detrás
- ¿Ya acabo la fiesta?
- ¿Renee?....¿mmmm? jajá-. Sonreía abiertamente-. – No, aun no acaba, solo vine con Alexandre a ver como estaba Lucy, pero como ya veo que esta en muy buena compañía, mejor me marcho, me alegro por las dos-. Se acerco nos abrazo y se marcho diciendo.- Madres, no hagan nada que yo no haría, bye
- Esta bien
Cerré tras de mi y cogi en brazos a Renee me la lleve a la cama mientras la besaba nuevamente. Y nos amamos con pasión el resto de la noche, el amanecer llego y con el nuestro cansancio, abrazada a ella la miraba, me miraba y le dije:
- Renee, debo de hablarte de un nuevo trabajo, un trabajo que espero cumplas
- Ah si?, dime…pero….. ¿Lucy crees que es normal que hables de trabajo en esta situación?
- Si, por que el trabajo que quiero proponerte es….es…para toda la vida, ¿quieres casarte conmigo?
- Si….
Y continuaron queriéndose y amándose con toda la pasión que dos cuerpos hermosos pueden demostrar. Pero eso ya….es otra historia.
FIN
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- jajá, si en eso tienes razón-. Le decía mientras íbamos caminando hacia la puerta principal
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- Lucy, hey, ¿que tal estas?-. Me gire
- Hola, cuanto tiempo, bien, ¿y tu como estas?, no te esperaba aquí-. Me dio alegría ver a Kevin Sorbo (Hércules)
- Pues ya ves, me encontraba en una ciudad cercana y me llamo Ted y me dije, ¿como perderme un festón así?
- Pues me da mucho gusto verte amigo, realmente me lo da
- Oye, ya me dijeron de Robert y…
- Hay, no me hables de ese ahora, estoy cansada de él
- Perdona
- No estará por aquí verdad
- Pues sintiendo la respuesta si, anda con esa mujer que….
- La verdad ni me interesa que…- Vi acercarse a Alexandra
- Chicos, que tal?, llegas tarde pero siempre se te necesita, de veras que vayas donde vayas capta la atención si es que con la ayuda de mua, la diosa del amor nunca te faltara tal
- Si, a ver si es cierto y me mandas un amorcito jajajaj
- Recuerda que yo siempre he estado enamorado de ti, si quieres? Jajaja
- Venga, basta ya de bromas-. Alguien me giro cuando aun no acababa la frase
- ¿Y a mi no me saludas?, se que soy tu archienemiga pero…
- Claro que si Hudson, ¿como te va?-. Le decía mientras la abrazaba
- Bien, ¿te traigo algo de beber?, ¿lo de siempre?
- Bueno, aunque si quieres déjalo ya me acerco yo a la barra y…
- No tranquila, si de todas formas voy para allá, ahora vengo
- Perfecto-. Disimuladamente pregunte-. – Y Renee, ¿no la habéis visto?
- Vaya ya estabas tardando en preguntar-. Me decía una recién llegada Adrienne
- Ven aquí hija mía-. Mientras la abrazaba-. – ¿Cuantas copitas llevas ya? Jajá
- Pues no muchas la verdad jajaja
- Si, te lo creo jajaja
Eche un vistazo a toda la sala, pero no lograba encontrarla si vi a Danielle (Ephiny), junto a su esposo bailando, a Paris Jefferson (Atenea), con su novio riendo y a Bruce Campbell (Autolycus) en la barra junto a Hudson mientras eran servidos por un camarero, pero nada de la presencia de Renee, donde estaría, no quise volver a preguntar para que no vieran mi insistencia pero Alexandra y Adrienne parecieron darse cuenta y acercándose a mi, mientras me agarraba una la cintura y otra la cara me la giraron hacia la pista de baile.
- allí esta-. Dijo una Alexandre sonriendo
Mi visión fue algo que nunca imagine ver, Renee era una persona muy tímida, y esa imagen no era propio de ella, de todas formas me sonreí, por que se veía muy linda. Estaba en la pista de baile, llevaba un traje rojo corto, con un breve vuelo abajo y se movía al ritmo de la música, su cabello suelto y era una poesía en movimiento, se veía tan contenta y tan desinhibida, estaba realmente divina, solo como ella podía ser.
- Es algo divino de ver ¿eh?-. Me decía una Adrienne guiñándome un ojo. La verdad no se por que me decía esas cosas con doble sentido, ¿nos abría visto esa noche en el hotel?
- Vamos hija, jajá, ¿pero que le pasa chicas?, ella…. ese no es su comportamiento normal
- Bueno es que…pues….le hemos dado una copita jajajja-. Reía Alexandre
- ¿Una?, chica creo que lleva algunas mas
- Bueno una mas que otra que importancia tienes-. Decía una Adrienne mas que contenta
- OK, oye esto es conversación de chicas-. Dijo Kevin Sorbo (Hércules)-. – Yo mejor os dejo y luego nos vemos. ¡ah!, por cierto Lucy, la semana que viene bautizo a mi chiquitín, estas invitada por si no te veo luego, ustedes también chicas
- Ah, esta bien, allí estaré si me lo permite el trabajo, ya me mandas un mensaje y me dices el día exacto
- Bien, bueno, fue un placer saludarte
- Igualmente-. Le di un beso y se alejo para hablar con los chicos
- Lucy, aquí tienes tu copa-. Decía una Hudson con la sonrisa de oreja a oreja-. – Hay que hombre el Sorbo eh
- Tranquila, que esta casado jajaja-. Dijo una Alexandre-. ¿Y que hacemos respecto a Renee?- Pregunto dirigiendo su vista a ella, que seguía disfrutando la música y de su baile
Todas nos giramos y nos deleitamos con su baile mientras sonreíamos al verla en esa situación poco común en ella y yo, lo disfrutaba mucho más. Por que esos movimientos me embelesaban y me hipnotizaban.
- ¿Que tal si vamos junto a ella?-. Propuso Hudson-. – Yo tengo ganas de bailar
- Si-. Me apresure a decir, por fin, por fin podía estar junto a ella sin que yo propusiera nada
- Vamos entonces
Las cuatro fuimos hacia la pista de baile, la primera en llegar fue Alexandre se acerco a ella por detrás y le tapo los ojos.
- ¿Quien soy?-. Le bromeo
- La más maravillosa Diosa del amor, reconozco tu perfume jajja-. Se giro y nos miro como ella solo mira, con esa mirada tierna y de buena persona. – Lucy, has llegado?-. Me decía mientras me echaba sus brazos sobre mi cuello y me abrazaba. Mi cuerpo tembló, no pude evitarlo, el sentir su contacto fue algo superior a mi, no quise que acabara ese abrazo y todas las demás personas desaparecieron en ese instante para mi, Hudson me saco del exilio
- Renee, parece como si hiciera un siglo que no ves a Lucy jajá
- No, no hace un siglo, pero para mi fue una eternidad y deseaba verla
Esa respuesta hizo reír a las chicas y hasta yo me sonreí cuando ella se alejo de mí. Comenzamos todas a bailar y así estuvimos unas cuantas canciones de salsa, cambiaron de ritmo, empezaron con baladas y Hudson rápidamente se dio vuelta y le pidió a Bruce bailar, acepto encantado, Ted bailo con Adrienne, Alexandre, Renee y yo, mirándonos como tontas, no sabíamos que hacer, íbamos de salida y Alexandre fue requerida por Timothy Omundson (Eli) que rápidamente acepto encantada, Renee y yo seguíamos caminando y yo deseaba detenerla y bailar junto a ella, abrazarla, tenerla junto a mi bailando esa balada de amor, pero no podía ser, no podía destrozar una amistad por ese deseo que sentía, debía seguir ocultando ese amor prohibido que sentía hacia mi amiga.
- Lucy, ¿que tal si bailamos?
- ¿Disculpa?
- Que bailemos, te digo que bailemos
- Renee, aun no te ha dado cuenta que es música romántica…bueno…quiero decir es una balada
- Si, me he dado cuenta ¿y?
- Que….digo….no….es…
- ¿No es que?, ¿te da miedo bailar con tu amiga princesa guerrera?
- Mmmm no, pero….
- ¿Que, te he dejado sin palabras o es que me tienes miedo?-. Me decía acercándose lentamente. Estaba claro que el alcohol estaba hablando por ella, ya que Renee jamás me hubiera dicho eso. Y para que engañarme, si, si le temía, temía estar cerca de ella pues acabaría cayendo en su mirada, en esos brazos que deseaba que me abrazaran y que nunca me soltaran, me escape diciéndole.
- Sabes una cosa tengo sed, voy a por algo de beber, te traeré algo que ¿quieres?
- Tráeme lo que tu tomas, es lo que he estado tomando desde que llegue, así te recordaba mientras llegaba
- Jajaja, esta bien, espérame aquí que luego bailamos-. Le decía mientras le guiñaba un ojo con picardía.
Continuara….
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Mientras me dirigía a la barra me gire una vez, la vi de espaldas, mirando a la pista de baile, se movía al son de la balada, ya no sabia si se estaba haciendo la borrachina o es que realmente lo estaba, la cuestión era que huí de ella, por que?, esa fue mi oportunidad de estar cerca de ella y yo me fui, que estupida, pues ya me canse de alejarme, en cuanto volviera con las copas bailaría con ella me daba igual quien me viera o que pensaran los demás, no la volvería a rechazar, me dejaría llevar por la mujer que amaba. Cuando el camarero me sirvió las bebidas y las recogí, me gire y mire donde la había dejado, ya no estaba, no lograba verla, ¿donde se iría?, me quede quieta para visualizar la pista de baile a lo mejor salio a bailar con alguien y perdí mi oportunidad, pero no era así, ya la veía, se había apartado un poco, alguien le hablaba y no era de su agrada, cuando logre verlos bien mi mirada se convirtió de hielo, era Robert, estaba junto a ella agarrándola del brazo, trataba de sacarla a bailar y ella se negaba, me acerque rápidamente, lo mas que me permitieron las personas que me iba encontrando a mi paso, Ted me hablo preguntándome algo, que no escuche bien por que seguí mi camino con la mayor rapidez. Cuando llegue a su altura Renee negaba con la cabeza y vi una mesa donde deje las copas y menos mal por que desee estrellarle el vaso en la cabeza y no era plan en estos momentos.
- Hola, ¿ocurre algo?-. Los dos giraron, la mirada de Renee fue de alivio y la de él de desconcierto
- No, nada, ¿verdad Renee Preciosa?-. Ella no contesto solo me miraba
- Ven Renee-. Quise atraerla hacia mi y ella accedió pero el la retuvo del brazo derecho con fuerza. Yo, le apreté su brazo con fuerza al igual
- ¡Suéltala!-. Le dije con mirada fría y distante, él levemente aflojo su mano pero sin soltarla
- ¿Que?, ¿si no la suelto vas a pegarme?
- Robert, estas borracho, haz el favor de soltarla o vamos a tener problemas
- ¿Me estas amenazando?, solo quiero bailar con ella
- Pero ella no quiere bailar contigo, así que no te lo voy a repetir mas, suéltala
- Pero ella si quiere bailar, ¿verdad Renee?, ¿verdad que quieres bailar?-. Acerco su rostro al de ella, cosa que ella giro su cara para evitar. Lo que me había dado el interpretar a Xena es que hice mucho ejercicio y había aprendido más de un truco, así conseguí que en un movimiento él la soltara y me interpuse entre ellos dos.
- Creo que su gesto vale mas que mil palabras, no desea estar a tu lado ni bailar contigo así que lárgate
- Si, si quieres-. Trato con sus brazos alcanzarla, le empuje hacia atrás
- Robert, no me provoques, por que estamos en casa ajena, pero si sigues en esta situación me va a dar igual y te voy a partir la cara
- Huy-. Decía mientras agitaba sus brazos en modo de burla. – ¿Que?, ¿tu eres el hombre en la relación?, nunca imagine que una mujer como tu Lucy con tu cuerpo resultara ser un marimacho
- Escucha, no te lo voy a decir mas veces, lárgate de aquí o la vamos a tener
- Pero sabes algo, pensándolo mejor, por que no lo hacemos los tres juntos-. Se acerco de nuevo con sus brazos para rodearnos a las dos y fue cuando ya no aguante, y le solté un bofetón, él me agarro de los brazos fuertemente y en un descuido me golpeo el rostro echándome para atrás, cosa que me dolió pero no iba a quitarme de ese lugar pues si no le dejaría el campo libre hacia Renee.
Ella rápidamente comenzó a decir que bailaría con él que no había problema, pero no lo permití, la aleje de un leve empujón y golpee a Robert con todas mis fuerzas en la nariz, callo como un saco de patata al suelo, comenzando a sangrar al igual que yo por el golpe recibido anteriormente. Vi, llegar a Ted que lo ayudo a levantarse y se lo llevo del lugar. Alexandre y las chicas se acercaron y comenzaron a ver que pasaba y Renee me volteo en ese instante.
- Lucy, ¡Dios¡, estas sangrando, ¿pero que has hecho?, te ha….
- No es nada Renee, no te preocupes
- Si me hubieras dejado bailar con él, no estarías ahora….
- ¿Querías bailar con él?, ¿querías estar a su lado?-. Me sentí furiosa, yo la defendía de ese desgraciado y ella me decía que quería bailar con él, mis celos aumentaron-. – ¿Sabes que?, la próxima vez decídete y así no me tienen que partir la cara por nada….pero te digo algo, mejor déjame en paz de una vez y deja de volverme loca-. Aparte su mano que estaba en mi rostro enfurecida y me marche del lugar apresuradamente
- Lucy, Lucy, espera, espera-. Me gritaba sin cesar, yo, seguí mi camino, sin mirar atrás y sin pararme, ella me alcanzo cuando yo estaba ya por montarme en mi coche, cerro con su mano la puerta antes de que pudiera entrar en el
- Lucy, ¿quieres detenerte?-. Me di la vuelta y mi furia iba en aumento no me gustaba que se rieran de mi
- Que, ¿que quieres?, por que no me dejas en paz Renee, quiero estar sola-. En un segundo mi furia se convirtió en suplica, ella me despertaba con su mirada la ternura que había en mi y sacaba lo mejor de mi
- Escucha Lucy, te agradezco lo que has hecho y no, no quería bailar con él, ni quería estar a su lado, pero tampoco quería que te partieran la cara y si se hubiera podido evitar pues….
- Renee, Robert es un autentico imbecil y no había otra forma de solucionarlo, de todas formas da igual, anda, vete, vuelve a la fiesta y….
- No quiero ir a la fiesta, quiero estar contigo, mírate, estas sangrando, déjame…-. Intento mirar la herida, cosa que me aparte. – ¿Pero que te pasa?, ¿por que me rehuyes?, déjame ayudarte por favor
- No, Renee por favor déjame, necesito estar a solas, por favor, aléjate de mi, no quiero que…-. Trate de abrir la puerta de mi coche, cosa que nuevamente ella cerró y me lo impidió. Sin darme la vuelta le suplique.
- Renee, por el amor de Dios, déjame, no entiendes que necesito estar sola-. Ella se acerco junto a mi, justo pegada a mi espalda, me gire con el poco espacio que me quedaba entre mi coche y ella, la tenia tan cerca, tenia su rostro pegado al mío y desee besarla locamente, la deseaba con locura, ella, ella me estaba volviendo loca, jamás en mi vida había golpeado a alguien, era mi primera vez y todo por el amor loco que me estaba consumiendo. – Por favor Renee déjame marchar lo necesito
- No, no te vas a ir a ningún lado sin mi, solo lo vas a evitar golpeándome
- Sabes que jamás te haría daño, eres lo mas puro que hay en mi vida y yo…yo.. te…qu
Una voz a lo lejos se escucho, era Adrienne, venia hacia nosotras, era increíble, pero esta chica siempre coincidía en nuestros momentos claves.
- Lucy, Renee, ¿estáis bien?
- Si-. Contesto Renee-. Me la llevo al hotel, despídenos de Ted y los demás
- Claro, no te preocupes por eso, yo les diré, pero, ¿estas bien Lucy?
- Si, gracias
- Cúrate esa herida de la ceja sigue sangrando, toma te traje una bolsa de hielo para que el ojo no se te inflame
- Gracias Adrienne
Y sin más se marcho dando media vuelta, cuando ya estaba casi por entrar a la casa, Renee se dirigió a mí.
- Dame las llaves Lucy, te llevare al hotel
- Puedo irme sola
- Si, puedes, pero no lo vas a hacer y no me discutas más, ¿por que siempre te gusta discutir?
- No me gusta discutir, pero es que tu no entras en razón
- Y no lo voy a hacer así que tú decides o nos quedamos aquí toda la noche o me das las malditas llaves-. Renee cuando quería sabia ponerse seria y ese rasgo de su personalidad también me gustaba, por que hasta así se ponía atractiva.
Accedí, no tuve mas remedio, deseaba llegar al hotel, me subí al asiento del copiloto mientras me ponía la bolsa que Adrianne me había traído y la veía conducir. ¿Pero por que no se daba cuenta de mi amor?, ¿del amor tan grande que sentía por ella?, ¿de mi deseo?, y…., ¿por que yo no le confesaba mi amor?, a veces ella me había dicho cosas o demostrado cosas que llamaban mi atención, pero, ¿y si me equivocaba? ¿Y si era algo que yo interpretaba erróneamente y ella solo sentía un gran cariño de amistad hacia mí?. Sin darme cuenta llegamos al hotel, yo no deseba que nadie me viera en ese estado así que ella pareció adivinar mi pensamiento y se marcho directamente al parking y mientras me decía que ella cogeria las llaves yo me subí hacia mi habitación a esperarla. No tardo en llegar y traía consigo aparte de las llaves, un botiquín y una cubeta de hielo. Abrió mi puerta y la cerro tras nosotras.
- Ven Lucy, ven al baño, debemos limpiar y curar la herida
- Renee por Dios no estoy invalida puedo hacerlo yo
- Pero mira que eres cabezona ¿eh?
- ¿Yo?, ¿ahora resulta que la cabezona soy yo?
- Por favor-. Me puso cara de suplica con ojos de cordero degollado, eso me enterneció cosa que inmediatamente accedí, la dejaría hacer, así se marcharía antes y mi tortura seria menos
Seguí sus indicaciones al pie de la letra, sin rechistar, y sintiendo la agonía de tener cerca su rostro mientras me curaba mi ceja y no poder besarla y amarla toda la noche que es lo que deseaba.
- Escucha, tengo en mi cuarto una crema para el ojo, para que mañana no te amanezca todo hinchado, acuéstate ahora vengo
- Pero…
- Nada de peros
- Esta bien
Me acosté y mientras estaba sola, pensaba en ella, no, ya estaba bien, debía sacarla de mi cabeza, de mis sentimientos, de mi corazón, no quería volverle loca totalmente. Como se fue con prisas, se dejo su teléfono en la mesa de mi habitación. Comenzó a sonar, le había llegado un mensaje, mi pensamiento voló. Quien le mandaba un mensaje a esas horas?, ya eran las 2 de la mañana, no era lógico, de nuevo apareció en mí la locura de los celos, debía saber quien era, sabía que no era correcto lo que hacia pero mis celos pudieron más que mi discreción. Me levante y cogi su teléfono, era un mensaje de Alexandre.
- Ren, ¿ya se lo has dicho?, ¿ya se lo has confesado?. Hazlo, no pierdas tiempo amiga, Lucy te ama tanto o mas como tu a ella
No podía creer lo que mis ojos leían, Renee… ¿me amaba?, no podía ser, ¿era un sueño o estaba soñando?. Ese mensaje estaba clarísimo, ella me amaba, escuche pasos seguro seria ella, deje el teléfono en su lugar y me volví a acostar. Entro, llevaba puesto su pijama se había cambiado, me causo gracia verla con su pijama de Piolin, ese personaje de dibujos animados era su favorito.
- Ya estoy aquí
- Ya veo-. Le dije riendo
- ¿Y?, ¿que te causa gracia?
- Nada-. La mire de arriba abajo
- Me imagino, ¿mi pijama?, jajá, bueno ya sabes que…
- Si, te encanta piolin jajá. Te ha llegado un mensaje o te han llamado no se bien-. Le dije para ver su cara mientras leía el mensaje.
- ¡OH!, es Alexandre, quiere saber si llegamos bien y eso…
- ¡ah!-. Le comente, ¿por que no me había dicho del mensaje?, entonces si, era cierto, ella me amaba también, si lo ocultaba era por algo, decidí arriesgarme, si era seria la mujer mas feliz del mundo y si era que no pues….huy, no, podría perder su amistad. – Me dejas contestarle, le diré que…- Trate de agarrar su teléfono
- No, Lucy ya no tengo saldo
- Pero si tu teléfono es de línea amiga acuérdate
- Mmm, si… es…. Cierto, pero déjalo, ya le diremos…
- ¿Que te ocurre?, ¿te he puesto nerviosa?, no te preocupes no te cogere tu teléfono si no lo deseas, amiga, no me estarás ocultando algo ¿verdad?
- No, claro que no-. Me decía mientras se sentaba junto a mi en la cama.- A ver déjame que te ponga la crema si no, mañana tendrá un ojo mas gordo que otro-. Me decía mientras deslizaba con dos dedos la crema alrededor de mi ojo lastimado.
- ¡Auch¡
- Perdón-. Retiro levemente sus dedos, yo, los retuve cogiendole la mano tiernamente, ella me miro a los ojos, me encantaba esa mirada
- No, tranquila-. Le decía sin dejar de sostener su mano, esa piel que me erizaba la mía al sentir su contacto. – Sigue, me gusta tus caricias
- Mmmm, si, claro-. La sentí turbada, comenzó a sonrojarse, y esa timidez me despertó ternura
- ¿Renee?
- ¿Si?
- quería decirte que…
- Ya acabe, creo que es mejor que me…-. Hizo el intento de levantarse y la retuve del brazo haciendo que volviera a sentarse, se quedo con su rostro mirando al suelo, lo eleve con mi mano en su barbilla
- Por que no me miras?
- Si te miro-. Levemente fijo su vista en mi he inmediatamente la volvió a bajar
- Lo ves, has vuelto a hacerlo-. Esta vez ella subió su cabeza, así nos quedamos, mirándonos, sin decirnos nada, sin hablar, ella cada vez más sonrojada y yo, yo ya no aguante más. – Ya no puedo mas Renee, esto me esta matando, me estoy volviendo loca, por tenerte cerca y no poder tocarte, por quererte y no tenerte, por desearte y ver que te alejas y me evitas, tengo celos hasta del aire que respiras, cuando alguien se te acerca me vuelvo loca de que puedan tocarte y te necesito, si, te necesito como el aire que respiro para vivir. Vivo pensando en ti, en mi vida no hay nadie mas que tu, en mi mente solo estas tu, veo tu imagen en cada rincón y esta confesión puede cambiar el curso de mi vida y perder tu amistad pero es que….- Lentamente ella se acerco a mi oído y me dijo.
- ¿Te cuento un secreto?....TE AMO…me enamore la primera vez que nos presentaron en el set de grabación-. Se alejo levemente, a unos centímetros de mi y esas palabras me incitaron a besarla.
Probé sus labios, esos labios que tanto desee besar toda mi vida, dulces, tiernos, suaves, me encantaban, mi lengua se deslizo junto con la de ella, y mi cuerpo sintió una electricidad que jamás había sentido. La abrace por la cintura atrayéndola encima de mi sin dejar de besarla y ella me era correspondida y se dejaba mover a mi antojo. Le di una leve vuelta y me situé medio encima de ella. Comencé a besarle su hermoso cuello, mientras ella suspiraba. Solo unos centímetros me separe y vi que sus mejillas seguían ruborizadas y su mirada dulce y tierna no dejaba de mirarme.
- Renee, amor, yo….no quiero presionarte, ¿deseas continuar?
Su contestación fue agarrarme del cuello y besarme apasionadamente, mientras le acariciaba el rostro, baje mi mano hacia sus piernas y las acaricie tiernamente. Sentir su piel me excitaba más por momentos y comencé a desabrochar los botones de su pijama.
- Pom, pom pom,pom-. Llamaron a la puerta de mi habitación
- ¡Hay!, no, no me lo creo, no puede ser-. Me retire de ella enfadada-. – Esto es algo increíble
- Si, si que lo es, nunca me imagine estar en esta situación contigo-. Me decía una Renee sonriéndome, me gusto su reacción, le sonreí-. – Vamos Lucy, no te enfades, no me voy a ir a ningún lado, ve a ver quien es
Eso me dio una esperanza y fui corriendo a abrir la puerta
- No puedo creerlo, ¿eres tu?-. Vi a Adrienne delante de mí-. – No se como lo haces hija mía pero siempre interrumpes-. Le decía medio en serio y en broma
- Oh!, lo siento, pero….jajá jajá ¿que interrumpo?-. Pregunto con sonrisa picarona
- Nada que debas saber, así que....
- Anda…. Mami…. dime, dime mami-. Me comenzó a hacer pucheros, Renee se unió por detrás
- ¿Ya acabo la fiesta?
- ¿Renee?....¿mmmm? jajá-. Sonreía abiertamente-. – No, aun no acaba, solo vine con Alexandre a ver como estaba Lucy, pero como ya veo que esta en muy buena compañía, mejor me marcho, me alegro por las dos-. Se acerco nos abrazo y se marcho diciendo.- Madres, no hagan nada que yo no haría, bye
- Esta bien
Cerré tras de mi y cogi en brazos a Renee me la lleve a la cama mientras la besaba nuevamente. Y nos amamos con pasión el resto de la noche, el amanecer llego y con el nuestro cansancio, abrazada a ella la miraba, me miraba y le dije:
- Renee, debo de hablarte de un nuevo trabajo, un trabajo que espero cumplas
- Ah si?, dime…pero….. ¿Lucy crees que es normal que hables de trabajo en esta situación?
- Si, por que el trabajo que quiero proponerte es….es…para toda la vida, ¿quieres casarte conmigo?
- Si….
Y continuaron queriéndose y amándose con toda la pasión que dos cuerpos hermosos pueden demostrar. Pero eso ya….es otra historia.
FIN
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